Visionario, innovador, creativos, perseverante. Son varios son los adjetivos con los que se puede describir a uno de los empresarios más exitosos y del que poco se habla. Se trata de Tomáš Baťa, el creador de la gigante multinacional Bata, empresa que destaca por la fabricación de calzado a un costo accesible para todo público, algo que lo caracterizó desde sus inicios, hace ya más de 100 años.

Vas caminando por una céntrica calle de tu ciudad, o en un concurrido centro comercial, y te encuentras con una de las clásicas tiendas de calzados Bata. ¿Te parece común? Pues la marca que muchos creen que es chilena no tiene su origen en nuestro país, de hecho, llegó hace ya 85 años gracias a un visionario empresario llamado Tomáš Baťa.

El checo, que murió en 1939, ha sido destacado en el ámbito de los negocios como una persona visionaria, con el aprendizaje de por medio para hacer crecer a la compañía, que dicen, supo aplicar de excelente manera el marketing, la producción a escala y la experiencia del cliente como batalla.

Tomáš Baťa: el fundador de tiendas Bata

Tomáš Baťa nació el 3 de abril de 1876 en Zlín, en lo que entonces era el Imperio Austrohúngaro (hoy Chequia), como hijo de una familia de largas generaciones de zapateros. Justamente esa profesión le llamó la atención y con su ya visionaria idea, a los 14 años se fue de su casa para trabajar en una fábrica que utilizaba máquinas para crear calzado, algo que no fue bien visto por su padre.

Así fue aprendiendo cómo llevar el oficio con competencia, en plena revolución industrial.

Tras un par de fracasos, recibió una herencia de su madre, con la que puso en marcha T. & A. Bata Shoe Company junto a sus hermanos Antonín y Anna Baťa en 1894, sin ser aún mayor de edad, en la misma ciudad de Zlín. Los primeros años de la empresa fueron difíciles, fabricando y vendiendo zapatos en un pequeño taller, pero su visión trascendía las limitaciones de su entorno.

En los tiempos en que los trabajadores usaban calzado de cuero, como un visionario, decidió empezar a coser los llamados “baťovky“, zapatos de lona, tela mucho más barata y asequible y que solo contenía cuero en la suela y en la punta, lo que le daba un tono elegante.

Baťovky primer diseño de zapatos Bata
Bata

El despegue de un gigante

La empresa logró dar abasto a la enorme cantidad de demanda que tuvieron los nuevos zapatos en la clase trabajadora, ya que previamente Tomáš Baťa viajó a Estados Unidos para aprender de las últimas tendencias de gestión empresarial y productiva, lo que lo motivó a imitar la producción a gran escala, como la de la fábrica de autos Ford.

Por lo anterior, en 1899 Baťa compró las primeras máquinas de coser manuales, y de tener 120 trabajadores, pasó a emplear a 350 personas en 1910, que producían más de 3.000 pares de zapatos diariamente, los que eran exportados a diferentes países de la zona.

“Así que se hace prácticamente con el monopolio del calzado en Centroeuropa. Es quizá un poco exagerado decir esto, pero la verdad es que crea un imperio tremendo”, explicó el profesor español de la Universidad Palacký de Olomouc (Chequía), Enrique Gutiérrez Rubio a Radio Praga.

Ya con el negocio andando, llegó la Primera Guerra Mundial, donde el Imperio Austrohúngaro fue protagonista, lo que por supuesto lo brindó un nuevo auge, al ser proveedor de calzado para los soldados. “Cuando acaba la guerra, más o menos la mitad de todo el Ejército Austrohúngaro lleva sus botas. Es un boom enorme porque evidentemente hay una gran necesidad de botas, de calzado especializado, y de eso Baťa saca un gran partido”, puntualizó Gutiérrez.

Sin pensarlo, la empresa se convirtió en uno de los motores económicos del país, por lo que Tomáš Baťa ganó popularidad y ganó las elecciones de 1923 para ser alcalde de la ciudad de Zlín, que cuando abrió su primera fábrica, no superaba los 3.000 habitantes, pero que en 1930 ya eran más de 21 mil, y 53 mil en 1950.

Las revolucionarias ideas de Tomáš Baťa y su muerte

Pero antes, debió sortear la crisis posguerra, de la que salió exitoso gracias a recortes salariales y promociones de 50% de descuento en sus productos. Sin embargo, uno de los mayores reconocimientos a su gestión como empresario, fue la diferenciación de sueldos a los trabajadores según especialidad o mayor conocimiento o estudios técnicos.

Con lo anterior, motivó a sus empleados a especializarse, junto con ofrecerles asistir a la escuela laboral, sabiendo que eso le significaría mejores salarios.

De acuerdo al sitio Destino Chequía, Tomáš Baťa comenzó a utilizar en los precios cifras como 599, en lugar de números redondos, para favorecer una percepción más económica por parte del cliente y creó los Estudios de Cine de Zlín para hacer sus propias películas comerciales como publicidad.

Baťa combinó la eficiencia automatizada de la fábrica con el bienestar social. Experimentó el colectivismo y participación en los beneficios, lo que sentó las bases para una reinvención de la gestión industrial. La empresa no solo construyó viviendas para empleados, escuelas, tiendas y un hospital, sino que también ofreció servicios recreativos: desde un cine, biblioteca, grandes almacenes, salones de baile, bares, piscina y un aeródromo, según consigna Azure Magazine.

El 12 de julio de 1932, el fundador falleció en un trágico accidente de avión justo en el momento en que la empresa intensificaba la diversificación de su negocio en la producción de llantas, aviones, bicicletas y maquinarias, empleaba a más de 31 mil trabajadores en fábricas en Checoslovaquia, Polonia, Alemania, Yugoslavia, Francia Suiza y en la India, con más de 7 mil tiendas en Europa, África, América y Asia.

Bata hoy en día

Tras su muerte, su medio hermano Jan Antonín Baťa asumió la propiedad de las empresas, expandiendo enormemente el negocio a nuevos campos, incluso durante la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial, luego de que la fábrica fuera requisada por los nazis y más tarde, en 1945, nacionalizada por el estado de Checoslovaquia.

Ante esto, la empresa se mudó a Brasil y luego a Canadá en 1946, donde siguió creciendo y posicionándose como una de las marcas de zapatos más importantes del mundo, con reconocidas líneas propias como Bubblegummers, Power, Marie Claire, Norht Star, vendiendo más de 300 millones de pares de zapatos por año y empleando a más de 80 mil personas.

En Chile, la empresa se instaló en agosto de 1939 y solo un año después se creó un club que lleva el nombre de su fundador, Club Deportivo Thomas Bata, que ha ganado títulos en básquetbol, fútbol, hockey. Uno de los más destacados fue el de Segunda División del fútbol profesional, en 1953.

Bata fue reconocida en el 2004 por Guinness World Records como el fabricante y minorista de calzado más grande del mundo.