En mi infancia, cada vez que escribía una carta a mi abuelo me preocupaba que pudieran censurarla. Mi padre había huido de la Polonia comunista hacia los Estados Unidos, pero mi abuelo no pudo escapar y siguió viviendo detrás de la Cortina de Hierro. Aprendí desde muy chica que puede ser peligroso cuando los Gobiernos sobrepasan determinados límites.

Como directora general de YouTube, todos los días me enfrento con problemas relacionados con la libertad de expresión y la responsabilidad. Las empresas, la sociedad civil y los Gobiernos se enfrentan a desafíos sin precedentes y lidian con preguntas complicadas que los obligan a determinar dónde establecer los límites en materia de expresión en el siglo XXI. Los creadores de políticas de todo el mundo están presentando propuestas normativas. Algunos afirman que se permite demasiado contenido en las plataformas, mientras que otros sostienen que demasiado contenido se elimina. En YouTube, trabajamos para proteger a nuestra comunidad, a la vez que permitimos que nuevas y diversas voces se abran camino. Tres principios deben orientar los debates en torno a la regulación de la expresión en línea.

Primero, la Internet abierta transformó la sociedad de maneras increíbles. Los líderes del Grupo de los Siete reafirmaron el valor fundamental de la apertura en una declaración reciente. YouTube pone la información a disposición de cualquier persona con conexión a Internet. Personas de todo el mundo recurren a YouTube para encontrar información, aprender y formar parte de una comunidad. Pero crear un espacio que esté disponible para todos significa que las personas o entidades que actúan de mala fe a veces traspasen el límite.

YouTube siempre tuvo Lineamientos de la Comunidad que establecen las reglas. Quitamos contenido que pueda causar daños reales, como extremismo violento, incumplimiento de los derechos de autor y bromas peligrosas. Algunas de nuestras decisiones son controvertidas, pero aplicamos nuestras políticas de forma equitativa, independientemente de quién publica el contenido o el punto de vista político expresado. Al mismo tiempo, aceptamos la complejidad inherente y el desorden de Internet. Eliminar todo lo que sea controversial puede silenciar ideas y voces importantes.

El segundo principio: los Gobiernos democráticos deben brindar a las empresas lineamientos claros sobre expresiones ilegales. Eso nos ayuda a quitar el contenido ilegal de manera más rápida y eficiente. Estas leyes deben basarse en normas internacionales, al tiempo que los funcionarios equilibran el derecho a la información con el riesgo de daño. Las reglas que rigen Internet se actualizan con regularidad, de derechos de autor a elecciones y campañas políticas. YouTube está dispuesto a trabajar con los Gobiernos para abordar estos y otros problemas.

Pero los Gobiernos no supervisarán todos los aspectos relativos a la moderación de contenido, por lo que creo fervientemente en el tercer principio: las empresas deben tener flexibilidad para desarrollar prácticas responsables a fin de manejar expresiones legales, pero potencialmente dañinas. Algunos creadores de políticas debaten qué expresiones legales deben permitirse en las plataformas, pero reglas demasiado preceptivas podrían tener graves consecuencias.

Supongamos que los funcionarios deciden regular el contenido legal que consideran gráfico. Esto podría generar la eliminación de videos de protesta, videojuegos y videos musicales. Las pruebas en YouTube ayudaron a los fiscales en Suecia a hacer responsable al régimen sirio y a los rebeldes por los crímenes de guerra. ¿Qué hubiese ocurrido si esos videos se hubieran eliminado porque se consideraban demasiado gráficos?

Las empresas también necesitan poder actuar rápido cuando surgen nuevas amenazas. El año pasado, cuando quienes adherían a la teoría conspirativa que culpaba a las redes 5G por el covid-19 incendiaron las torres de telefonía celular en el Reino Unido, actualizamos nuestras políticas en un solo día para quitar el contenido dañino. Nuestra comunidad confía en nosotros para adoptar medidas, y debemos seguir siendo capaces de actuar con rapidez.

Algunos pueden sostener que los Gobiernos deben supervisar la expresión en línea, pero necesitamos flexibilidad para lograr el equilibrio adecuado entre la apertura y la responsabilidad. Cuando cometemos errores o nos inclinamos demasiado en determinada dirección, nuestra empresa y los millones de pequeñas empresas de creadores que se desarrollaron en YouTube resultan perjudicadas. Algunos anunciantes retiraron las inversiones de YouTube cuando sus anuncios se reprodujeron junto con contenido problemático.

Trabajamos arduamente todos los días para ser responsables, y nuestros anunciantes, usuarios y creadores nos consideran responsables. Estamos trabajando con Global Alliance for Responsible Media para desarrollar definiciones de la industria sobre el contenido que no es adecuado para publicidad. Además, somos uno de los miembros fundadores del Global Internet Forum to Counter Terrorism, una organización que trabaja para evitar que los extremismos violentos se aprovechen de las plataformas digitales. También brindamos a los usuarios herramientas y controles para administrar su experiencia en YouTube.

Administrar nuestra plataforma de forma responsable es bueno para el negocio. Estamos trabajando, además, para brindar más transparencia sobre nuestros esfuerzos. Lanzamos recientemente nuestra tasa de vistas de contenido infractor, que calcula con qué frecuencia los usuarios ven contenido que infringe nuestras políticas. La tasa disminuyó en más de un 70% en comparación con el año 2017, en gran medida, gracias a las inversiones en aprendizaje automático que ayuda a marcar contenido potencialmente infractor. En el primer trimestre, la tasa fue de entre un 0.16% y un 0.18%. Eso significa que, de 10,000 vistas en YouTube, entre 16 y 18 provinieron de contenido infractor.

Los riesgos de actualizar nuestro enfoque sobre la expresión en línea son altos. El exceso de regulación del contenido legal podría tener un efecto negativo sobre la expresión y nos podría privar de la próxima gran idea o el próximo gran descubrimiento. Confío en que existe una alternativa que mantenga a nuestra comunidad segura y permita la libertad de expresión.

Susan Wojcicki
Directora general de Youtube

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