El senador José Miguel Insulza habló sobre la importancia de legislar contra el desprestigio a Carabineros, debido a los insultos que recibe la institución o los calificativos que se crearon durante el denominado estallido social.

El exministro del Interior y actual senador del Partido Socialista, José Miguel Insulza, se refirió a la agenda de seguridad que está llevando a cabo el Gobierno conjunto con el Congreso, en medio de los asesinatos que enlutan a Carabineros de Chile y la sensación de inseguridad que vive la ciudadanía.

Recordemos que ayer el Ejecutivo acordó junto a los presidentes de ambas cámaras, enfocarse en 15 proyectos de ley en materia de seguridad ciudadana durante los próximos 90 días.

En esta línea, el también miembro de la Comisión de Seguridad del Senado fue consultado por los asesinatos de los dos funcionarios de Carabineros y la disposición conjunta y transversal para trabajar en seguridad.

“No entiendo por qué no fue posible ponernos de acuerdo con la derecha cuando la ministra del Interior Carolina Tohá presentó su agenda”, precisó Insulza en conversación con La Segunda.

En cuanto a la disponibilidad de la oposición o si es que en el oficialismo hay personas reticentes a legislar, el parlamentario comentó que “ya en las últimas semanas ha habido menos reticencias del oficialismo. Se ha ido entendiendo que la seguridad no es un tema de clases, sino de criminalidad, por el discurso claro del Gobierno, y los esfuerzos de los que pensamos distinto. Se ha ido viendo la realidad. ¡Si no olvidemos que en el estallido existió el perro Matapacos y otra cantidad de cosas!”

“Lo del perro Matapacos es una estupidez, una locura”

El senador también explicó lo que comentó ayer sobre legislar penas más altas para ataques a carabineros, como también legislar contra el desprestigio a la institución.

“Primero, se pueden corregir penas, pero hoy el homicidio de un policía ya está penado con hasta presidio perpetuo efectivo, lo importante en esos proyectos es que a los procesados por eso no se le puedan dar facilidades carcelarias. Lo que digo es que ha afectado mucho todas las cosas que se dicen de Carabineros. Salen en la prensa algunas feministas que dicen: ‘Las pacas no son hermanas nuestras’; o la sigla esta A.C.A.B, que es ‘todos los policías son unos bastardos’; y los insultos cotidianos a la policía, esas cosas no pueden ser cubiertas solo por la libertad de expresión, porque son incitaciones a la violencia, y deben ser calificadas como incitaciones a la violencia. Se puede criticar a la policías, ¿pero por qué denigrar?”, manifestó Insulza.

En relación a si el “perro Matapacos” se puede incluir en las calificaciones de incitación a la violencia, el senador recalcó que “¡por cierto que sí! Hasta hace poco yo no era partidario de meternos con los calificativos. Ahora es indispensable. Siempre me ha parecido que lo del perro Matapacos es una estupidez, una locura”.

Al ser consultado sobre si el Frente Amplio avivó ese tipo de expresiones durante el estallido, como acusaron en Chile Vamos, Insulza reconoció que “algunos lo hicieron y ahora borran sus Twitter a toda velocidad”.

Y si es que miembros que están en el Gobierno o el mismo presidente las avivaron, el senador manifestó que “probablemente, muchos han borrado sus huellas. Pero el Presidente ha dado suficiente muestras en esta materia. Sobre lo que hacía dos años atrás (…) a mí me importa que ahora está actuando.

Ley Retamal

El parlamentario también se refirió a la ley Retamal, la cual busca establecer sanciones más duras a quienes agreden o atenten contra la vida de las policías, con penas que partan desde el presidio perpetuo calificado.

“No quiero respaldar textos específicos, de pronto hay que cambiar una palabra. Pero el concepto general es que el policía debe gozar de presunción de inocencia al cumplir su deber: que si usted dice ‘el policía disparó y eso es un delito’, entonces usted tendrá que demostrar que él tuvo razón para hacerlo”, expresó el legislador.

Finalmente, en cuanto a la ley de armas, donde se votará considerar como agravante el porte en lugares altamente concurridos, Insulza señaló que “yo soy mucho más drástico: llevar un arma en la vía pública debiera ser un delito. “Es que la llevaba para arreglar, o donde mi tía”… No. En lugares muy concurridos, ¿quién define cuán concurrido?”