Una polémica imagen de Augusto Pinochet provocó controversia en el viejo continente, luego de que parte de la comunidad de chilenos que vive en Países Bajos denunciara que el Museo de fotografía Nacional (Nederlands Fotomuseum) vendiera dentro de su tienda un collage del dictador chileno como un souvenir.

Una polémica acusación se realizó durante la jornada de este miércoles, donde se indica que el Museo de fotografía Nacional de Países Bajos (Nederlands Fotomuseum) estaría vendiendo imágenes de Augusto Pinochet como un souvenir.

La acusación fue realizada por miembros de la comunidad chilena en los Países Bajos, quienes se contactaron con Radio BioBio para realizar la denuncia.

“Con horror nos percatamos que este museo vende una tarjeta del dictador Augusto Pinochet como souvenir en su tienda”, indicaron.

“Justamente cuando este año se cumple 50 años de uno de los golpes de estado más sangrientos de la historia, agregan.

Según lo logró constatar BioBioChile, se trata de una situación real, ya que en el sitio web del museo europeo se puede comprar por €105,00 – €285,00 (aproximadamente $91.000 – $247.000 pesos chilenos) este “collage” del dictador.

La foto del dictador forma parte de la exposición de la obra del fotógrafo holandés Chas Gerretsen, quien se encontraba en Chile cuando fue el Golpe de Estado.

La ficha técnica del polémico elemento detalle que la fotografía es “del reportaje fotográfico de la Santa Misa en honor a la independencia de Chile. Por la bendición de la nueva junta militar. Santiago, Chile, 18 de septiembre de 1973″.

Captura de pantalla

Fotografía de Augusto Pinochet como souvenir en museo de Países Bajos

Según lo detalla la denuncia, “se entiende el contexto histórico en que la fotografía fue tomada y valoramos el trabajo de Gerretsen”.

Pero a pesar de esto, “lo que no entendemos es que la foto de Pinochet sea vendida como una postal, como un souvenir más en la tienda de recuerdos del museo”.

“La comercialización de la imagen icónica del dictador como souvenirs es un acto violento para todos quienes sufrieron. Aún sufren las consecuencias del golpe de Estado (una herida profunda, nunca cicatrizada a nivel nacional)”, agregan.

Según los denunciantes, la misma obra de Chas Gerretsen se banaliza cuando es sacada del contexto de la exposición. Lo anterior, pues “no permite al observador reflexionar con detalle sobre lo que esta pieza fotográfica podría aportar”.

“Naturalizar la imagen de un dictador y despojarla de su contexto para que sea comercializado, es grave y cuestionable”, sentencian.

Un “souvenir”

Según lo detalla la página del museo, este souvenir puede ser vendido de diferentes maneras y con diferentes estilos, dependiendo de ello irá variando el precio.

Este producto puede ir con detalles que van desde un borde blanco con el nombre del fotógrafo, hasta un perfil en V en la parte posterior para colgar el cuadro.

También se brinda la opción de enmarcar en cuadro aluminio chapado en madera, acompañado de un vidrio a elección del comprador.