A un año del inicio de la invasión rusa en Ucrania la maquinaria armamentística no se detiene. Esto lo tiene sumamente claro el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien desde hace un tiempo ha estado pidiendo a los gobiernos occidentales el envío de aviones de combate para hacer frente a las fuerzas desplegadas por Vladímir Putin. El caza que el mandatario tiene en la mira no es otro que el famoso F-16.

El suministro y la cooperación entregada por diversos países a Kiev ha ido escalando progresivamente. Desde ayuda económica hasta la artillería, Zelensky ha contado con el apoyo de varios gobiernos en esta guerra que se ha extendido por más de lo presupuestado.

De hecho, en enero pasado el gobierno alemán confirmó el envío de los poderosos tanques Leopard 2 a Ucrania para reforzar la capacidad de las Fuerzas Armadas ucranianas. Eso sí, de inmediato el canciller alemán, Olaf Scholz, descartó que esto implique una participación de soldados de la OTAN en la guerra.

Se trata de una medida que incluye el visto bueno de Berlín para que otros países, como Polonia, puedan enviar los tanques de fabricación alemana de los que disponen. De esta manera, países como España, Polonia y Finlandia ya han manifestado interés en sumarse al envío de este armamento a Ucrania.

Estados Unidos, en tanto, anunció la entrega de un nuevo paquete de ayuda militar a Kiev por un valor de 2 millones de dólares, el que incluye misiles HIMARS, munición de artillería y drones.

Pero Zelensky sabe que con esto podría no bastar, razón por la que ha pedido en más de una oportunidad el envío de aviones F-16 Fighting Falcon. No obstante, por el momento no ha encontrado la respuesta que espera. Países como Estados Unidos y España ya han rechazado la petición de enviar este tipo de cazas de combate.

El No de Estados Unidos

Fue a fines de febrero cuando el presidente nortemaericano Joe Biden descartó, al menos por ahora, enviar aviones F-16 a Ucrania.

“No necesita F-16 ahora”, dijo el mandatario en una entrevista con la cadena ABC, argumentando que por el momento no existen motivos lógicos para enviar estos cazas.

Anteriormente, en enero, Biden ya había dejado en claro que no tiene pensado enviar una flota de sus aeronaves a Kiev.

“No”, respondió escuetamente tras ser consultado en la Casa Blanca por periodistas respecto a si estaba dispuesto al envío de estas aeronaves.

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Otros países, como España, también se han negado a enviar unidades de sus fuerzas aéreas a la guerra. Pese a que el país ibérico no cuenta con F-16, de igual manera el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, dijo que por las conversaciones que su país está manteniendo con los aliados, el envío de aviones de combate a Ucrania “no está sobre la mesa”.

Si bien Sánchez indicó que el envío de aviones de combate estaba siendo estudiado por los aliados, añadió que dicha decisión debe ser compartida por parte de la Unión Europea y de la OTAN. Pese a esto, de igual manera se mostró lejano a esta posiblidad.

Eso sí, hay gobiernos como el de Países Bajos que sí se han mostrado abiertos a la posibilidad de estudiar el envío de F-16 a Ucrania. aunque de ser así, se cree que enviarían algunas de sus unidades más antiguas.

¿Por qué un F-16?

Pese a que existen modelos más sofisticados como el F-22 o el F-35, el F-16 es la variante que Zelensky ha pedido explícitamente a sus aliados.

De acuerdo a lo señalado en enero por el coronel Yuriy Ignat, portavoz del comando de las Fuerzas Aéreas, “el F-16, un avión multipropósito, que es el más extendido en el mundo, puede ser la mejor opción para las Fuerzas Aéreas de Ucrania”.

Una de las principales razones por las que Kiev aboga por este caza es por su capacidad para atacar con distintos tipos de armamento objetivos en tierra y defender el cielo de ataques aéreos.

En conversación con BioBioChile, el expiloto de F-16 Eduardo Mann explicó las cualidades de este caza polivalente, del cual la FACH cuenta con 46 unidades.

Un F-16C Fighting Falcon de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (CC) Wikimedia Commons

“El tema del F-16 siempre está en la palestra cuando uno habla de Estados Unidos y de operaciones de guerra, y eso es porque el avión es una muy buena plataforma para misiones aire-aire y aire-tierra, es decir, para derribar otros aviones o para bombardear fuerzas terrestres”, señala.

“Es un avión que se mantiene muy actualizado, Estados Unidos lo mantiene muy actualizado porque ellos tienen una gran cantidad en su inventario, sin contar los aviones que están volando alrededor del mundo y que no pertenecen a Estados Unidos”, agrega Mann, quien fue parte del equipo del Proyecto Peace Puma bajo el cual la FACH compró en 2002 a Estados Unidos los primeros F-16 de nuestro país.

“No tengo el dato preciso pero sus costos de operación son menores a otros aviones. Uno se podría preguntar por qué no el F-15, el F-22 o el F-18. El avión es volado en Europa también, en los países europeos de la OTAN”, sostiene.

“La base de su información está, lo que lo hace un avión con capacidades múltiples para armar un paquete y ofrecer a Ucrania. Tiene una muy buena capacidad como plataforma aérea como para hacer esas dos cosas, es decir, aire-aire y aire-tierra”, plantea.

Un F-16CJ (Bloque 50) armado con misiles aire-aire y antirradar (CC) Wikimedia Commons

“Hay costos de operación a largo plazo pero al corto plazo uno se aprieta el cinturón y pone lo mejor que puede. En ese sentido, es un avión de menor costo. Y tiene cosas reservadas pero no tantas tal vez como un F-22, un F-35 o un F-15. Un F-22 no se lo van a pasar a Ucrania porque es lo último que están usando, al igual que el F-35″, argumenta.

“Tiene que haber un nivel operacional, los pilotos que lo vayan a volar tienen que alcanzar un nivel operacional para poder dar un real y eficiente empleo al avión. No un eficiente empleo solamente en el vuelo sino que en el empleo como arma”, enfatiza.

“Eso requiere de por lo menos un año de entrenamiento constante. En caso de guerra se podría reducir a seis o siete meses pero es un esfuerzo grande. No es llegar, sentarte y salir a volar, no es así”, puntualiza. Este detalle es no menor, considerando que los pilotos ucranianos vuelan en MiG-29, un avión soviético sumamente diferente al F-16 norteamericano.

Un caza de combate innovador

Otro punto que Ucrania considera importante a la hora de decantarse por el F-16 es que debido a que más de 50 países actualmente lo operan, la labor de conseguirse repuestos es relativamente fácil en comparación a otras aeronaves.

Desarrollado en los años ’70 por General Dynamics para la Fuerza Aérea de Estados Unidos, el F-16 fue evolucionando con los años hasta convertirse en un caza multiuso que actualmente es fabricado por Lockheed Martin.

Una de sus principales innovaciones es que fue el primer caza de combate capaz de soportar giros de 9G. Esto fue explicado a BioBioChile en 2022 por el comandante de escuadrilla aire Manuel Peralta, piloto de F-16 y quien pertenece al Grupo de Aviación N° 7 que está asentado en la ciudad de Antofagasta.

Un F-16 realizando una maniobra ascendente de una fuerza G elevada (CC) Wikimedia Commons

“Es un entrenamiento continuo, que incluye un entrenamiento que se hace en Estados Unidos en donde uno va a una cámara centrífuga y somete el cuerpo a 9G en diferentes condiciones de vuelo en diferentes perfiles. El piloto entrena su capacidad para soportar la fuerza G y entrena la maniobra”, contó en el marco de la FIDAE.

“Es un avión muy versátil con una gran maniobrabilidad. Tiene la particularidad que permite llevar armamento tanto aire-superficie como aire-aire, con lo cual le da una característica de multirol y poder ejecutar misiones de manera simultánea en ambos sentidos”, mencionó.

“Además cuenta con la capacidad de reabastecimiento en vuelo, lo que le extiende la permanencia en el aire”, enfatizó.

Lockheed Martin planea aumentar la producción de este caza de combate en su planta de Carolina del Sur, Estados Unidos.

Según indicó un portavoz de la firma al diario Financial Times, esto permitirá a la empresa cumplir los pedidos de cualquier país que elija transferirlos a terceros para ayudar a Ucrania en la guerra contra Rusia.