Las nuevas generaciones que se integran al mundo laboral estarían transformando aspectos como las relaciones entre empleadores y trabajadores; y el cómo, cuándo y en qué cantidad se debe trabajar.

Cada cierto tiempo, una nueva generación de jóvenes comienza a adentrarse en el mundo del trabajo.

Pasó con los Baby Boomers, con la Generación X, los Millennials y últimamente con la Generación Z, término con el que suelen nombrar a las personas nacidas, aproximadamente, entre
1996 y mediados de los 2000, o inclusive hasta el 2010.

Tal como las anteriores y las por venir, la Generación Z posee unas características peculiares que la diferencian, tanto a nivel personal como profesional, lo cual representa un desafío para los diversos empleadores que reciben a los nuevos profesionales.

¿Qué caracteriza a la Generación Z?

Dentro de todos los aspectos más destacados de los que integran la Generación Z, está el hecho de que son nativos digitales. Es decir, personas que nacieron con un teclado “bajo el brazo” y cuentan con experiencia en el manejo de internet, celular y nuevas tecnologías.

En este sentido, desde el Workplace de Meta destacan que “esta comprensión inherente de la tecnología conlleva rasgos positivos y negativos”.

Un aspecto positivo sería el acceso a información ilimitada, lo que los hace más proactivos al momento de aprender. Por el contrario, “esto también puede generar aburrimiento y frustración ante tareas repetitivas, sobre todo si pueden automatizarse“.

Según HubSpot, la Generación Z es “práctica y realista, se orienta al diálogo, entienden y aceptan la diversidad”, y “suelen interesarse en emprender”.

Si bien todos estos aspectos suenan llamativos e incluso beneficiosos, también representan un desafío para las empresas, en especial de la “vieja escuela”, que comienzan a renovar sus plantas con personas más jóvenes.

En contraparte, esta nueva generación también -más allá de todos los aspectos positivos que podría sumar a las organizaciones- implica ciertos riesgos: duran como promedio un año y medio dentro de la primera experiencia laboral, según algunos análisis del último tiempo.

También estas personas han sido catalogadas como “de cristal”, por ser hipersensibles y con poca tolerancia a la frustración.

Un mundo laboral distinto al de sus padres y abuelos

Uno de los aspectos que marcó a las generaciones anteriores a la Z es el trabajo en puestos definidos, los cuales debían cuidarse con el fin de hacer carrera dentro de las organizaciones y ascender dentro de la misma.

Los horarios fijos que se debían cumplir de forma sagrada también forman parte de estas dinámicas.

¿Qué ha pasado? Que los más jóvenes, en buena parte, buscan romper con este modelo de trabajo y pasar a uno que otorgue más “autonomía”.

Según la Chief Transformation Officer (Directora de Transformación) de Degreed, Janice Burns, “el modelo tradicional de empleo basado en puestos definidos tenía sentido cuando el mundo avanzaba lentamente y los trabajadores eran vistos como engranajes de la máquina industrial”.

“Ahora, todos los trabajadores, especialmente los de las generaciones más jóvenes, esperan más agencia y autonomía en su trabajo. Quieren desarrollo profesional, crecimiento y retos. La generación Z y los millennials no se conforman con una carrera profesional normal, un horario de trabajo de las 9 de la mañana a las 5 de la tarde y décadas en una misma empresa”, añadió Janice.

Una mujer trabajando con una laptop en un sillón
Vlada Karpovich | Pexels

Con base en esto, las empresas estarían comenzando a re imaginar sus enfoques de trabajo. De esto daría cuenta la encuesta de Deloitte, donde un 93% de los directivos encuestados considera que distanciarse del modelo de empleo tradicional es importante para el éxito futuro.

Más cosas que busca la Generación Z en sus trabajos

Según el informe de ThoughtExchange, Gen Z At Work (citado por Meta), el 96% de los trabajadores de la Generación Z afirman que es importante sentirse valorados, incluidos y motivados en el trabajo.

Un 80% desea un empleo que les lleve a explorar y desarrollar nuevas competencias, un 79% busca que su encargado se preocupe tanto por su desarrollo personal como profesional, y un 53% pone ojo en los beneficios laborales al momento de postular.

En este sentido, un 39% busca flexibilidad mediante el trabajo remoto y la mayoría de aquellos que trabajan a distancia o híbrido, no volverían a un lugar completamente presencial.

“¿Qué puedo hacer yo como empleador?”

Finalmente, como persona al frente de un grupo de trabajo o una empresa, se pueden tomar una serie de iniciativas para motivar y gestionar a trabajadores que recién se vienen integrando al mundo del trabajo, en especial de la Generación Z.

En este sentido, desde Meta aconsejan que:

Se preste atención a la diversidad e inclusión: Para la “Gen Z” es esencial trabajar con personas de distintos niveles educativos, competencias, y de culturas diversas.

Fomentar la comunicación: Aun cuando los más jóvenes manejan al revés y al derecho la comunicación digital, gran parte de ellos prefiere la comunicación cara a cara.

Proporcionar autonomía y responsabilidad: Tal como se menciona anteriormente, los trabajadores de la Generación Z no se agradan de los trabajos repetitivos, por lo que es importante otorgar varias oportunidades de aprender y crecer más allá de su función actual·

Crear una cultura positiva en la empresa: “Con los límites entre el trabajo y el hogar más difusos que nunca, los empleados de la generación Z esperan que su vida laboral como personal sean positivas”, explican desde la propietaria de Facebook, destacando la importancia de las relaciones con compañeros y jefes sean “lo más personales posibles”.

Flexibilidad, estabilidad financiera y beneficios de bienestar: Como siempre, el punto aquí está en permitir el trabajo remoto e híbrido, como un salario competitivo, seguro médico y otros tipos de beneficios.