Por qué la eliminación de aranceles en Argentina no afectaría al turismo de compras en Chile

El gobierno de Javier Milei anunció esta semana una medida muy esperada por los argentinos que pagan precios ridículamente altos para comprar un teléfono móvil, una consola de videojuegos o un televisor: la eliminación y/o reducción de aranceles a la importación y gravámenes internos.

Más allá del alivio al consumidor, pone en riesgo a empresas -y empleados- beneficiados por el régimen especial de hace 50 años para las fábricas que ensamblan productos tecnológicos en Tierra del Fuego.

La novedad llegó por boca del vocero presidencial Manuel Adorni, candidato a legislador en las elecciones de la Ciudad de Buenos Aires a realizarse este domingo, quien recordó que “hoy un celular de alta gama en la Argentina cuesta el doble que en Brasil y los Estados Unidos”. En Argentina, los distintos impuestos conforman más del 50% del precio de un celular y ese porcentaje bajaría a menos del 30%, una vez concretados los cambios en dos etapas.

En una jugada que apunta a incentivar la competencia y reducir el precio de productos electrónicos, el gobierno trasandino anunció una baja escalonada de los aranceles a la importación de celulares, que actualmente pagan un 16%. El cronograma, a efectivizarse en un decreto presidencial, prevé una primera reducción al 8% inmediata y su eliminación total a partir del 15 de enero de 2026.

La medida se complementa con una rebaja de los impuestos internos que impactan sobre celulares, televisores y aires acondicionados importados, que pasarán del 19% al 9,5%. En el caso de los productos fabricados en Tierra del Fuego, ese tributo -hoy del 9,5%- quedará completamente eliminado.

Por último, las consolas de videojuegos (PlayStation, Xbox, Nintendo) verán una baja del arancel de importación del 35% al 20%.

Chile seguirá siendo conveniente para los argentinos aun sin aranceles

Como planteó BioBioChile y generó revuelo en Argentina: ¿Chile perderá a sus mejores clientes con la reducción de los aranceles? De hacer un rápido y sencillo cálculo, no hay nada que temer en el corto plazo.

¿Por qué? Es que aun quitando de forma total o parcial los aranceles (dependiendo del rubro y producto), los precios de un celular o una PlayStation 5 seguirán siendo más baratos en Chile que en Argentina. Y por bastante margen como para justificar el costo del viaje, especialmente desde provincias fronterizas como Mendoza, San Juan y Neuquén. Sumando como factores atractivos en Chile la ropa y el calzado más la variedad de modelos a raíz de los tratados de libre comercio.

Según la tienda distribuidora MacStation, el iPhone 16 Pro Max, de 256 GB, cuesta hoy AR $2.630.000 precio de lista (hasta en seis cuotas) o AR $2.125.244 de un pago con efectivo o transferencia. Si se tiene en cuenta que se paga 16% de aranceles, 19% de impuesto interno y 1,6% de transporte, cuando se aplique la primera rebaja al 8% de aranceles, su precio quedará en AR $2.288.100 de lista (1.990 dólares o $1.870.273 chilenos) y AR $1.848.962 de contado (1.608 dólares o $1.511.325 chilenos).

En enero de 2026, cuando en Argentina la eliminación del arancel a la importación ya sea total, el iPhone 16 Pro Max quedará a AR $2.138.190 de lista (USD 1.859 o $1.747.738 chilenos) y AR $1.727.823 de contado (USD 1.502 o $1.412.307 chilenos).

Veamos qué pasa, por ejemplo, en la tienda Ripley de Chile, una de las más populares y elegidas por los argentinos. El iPhone 16 Pro Max de 256 GB sale hoy $1.339.990 chilenos, que se traducen a USD 1.426 dólares y AR $1.639.349 al cambio actual, es decir, hasta AR $200.000 más barato para un argentino que con la eliminación de aranceles prevista en su país.

Si hablamos de los videojuegos, su gravamen de importación pasará del 35 al 20%, es decir, una reducción efectiva del 15%.

La PlayStation 5 Standard Slim 1TB con dos juegos cuesta hoy AR $1.499.999 en la tienda Sony de Argentina (USD 1.304 o $1.226.086 chilenos) y pasará a estar en el rango de los AR $1.275.000 (USD 1.109 o $1.042.174 chilenos).

En Ripley de Chile, el mismo modelo de la PS5 sale $624.990 pesos chilenos, es decir, 665 dólares o AR$ 764.615. Por lo tanto, un argentino podrá comprar dos PS5 en Chile por el costo de una sola -arancel reducido- en su país.

Una interesante incógnita es lo que suceda con Samsung, la marca más elegida en Argentina y que ensambla productos en Tierra del Fuego. Desde la compañía dijeron que todavía es temprano para saber cuánto se reducirían los precios, aunque en teoría el monto de reducción del arancel se trasladaría directamente al precio, tal como se hizo con el extinto impuesto PAIS.

Si a un Samsung Galaxy S25 Ultra 512 GB le restamos un estimado 30% de impuestos -tomando en cuenta los internos- pasaría de los actuales AR $2.899.999 a AR $2.230.768, es decir, $1.823.410 chilenos. El mismo equipo cuesta $1.699.990 en Ripley de Chile, un precio todavía muy seductor para los argentinos.

Ensamblar tecnología en Tierra del Fuego, un régimen industrial con polémica

El nuevo esquema de Milei busca presionar sobre el régimen promocional de la provincia de Tierra del Fuego y su producción local, que los diferentes gobiernos que pasaron por la Casa Rosada históricamente protegieron a través de altos aranceles para la competencia externa.

Desde 1972, la Ley Nacional N° 19.640 estableció el beneficio fiscal para las fábricas establecidas en esa zona extrema de Argentina. Lo que inició para “compensar” las desventajas geográficas y climáticas que enfrenta Tierra del Fuego, con el paso del tiempo se adaptó a la necesidad de trabajo y quedó como un manto proteccionista para ensamblar productos electrónicos traídos del exterior: la famosa pegatina azul y anaranjada que puede verse detrás de un televisor.

Con decenas de empresas -Newsan, Mirgor y BGH, las más reconocidas- y exenciones en los impuestos a las ganancias y el impuesto al cheque, el sector fueguino provee más del 90% de los celulares que se venden en el país vecino, además de ensamblar televisores, aires acondicionados y microondas que se venden en el mercado interno. Equivalente al 87% del gasto público en ciencia y tecnología, su costo fiscal supera los 1.000 millones de dólares al año, según un informe de la organización Fundar.

Hasta la actualidad, otra exención incluida para esas fábricas patagónicas es la de aranceles a la importación, que implica un gasto tributario de 436 millones de dólares.

Además, Tierra del Fuego goza desde 2022, por creación del expresidente Alberto Fernández, de un fondo fiduciario específico que se basa en un aporte mensual obligatorio que equivale al 15% del beneficio obtenido en concepto de IVA por la venta de productos elaborados bajo el régimen de promoción industrial. El 60% va al financiamiento de proyectos productivos y el 40% restante al Estado provincial para inversiones en infraestructura.

Si bien alguna vez expresó su rechazo al régimen especial y lo tildó de ser “una estafa para los argentinos de bien”, Milei nunca hizo pública su intención de eliminar el régimen especial.

No obstante, la última semana, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, le respondió en duros términos al CEO de Newsan, Luis Galli, cuando éste advirtió sobre eventuales despidos en una planta de 11.000 empleados en caso de avanzar con la eliminación de aranceles.

“Es cierto que la menor protección pueda reducir algún empleo en la isla, pero el menor costo de la electrónica para 47 millones de argentinos implica un dinero ‘extra’ en el bolsillo que gastarán en otras cosas. ¿Cuánto empleo creará ese gasto adicional? Mucho más que los que se pierden, porque el ensamblaje es una actividad poco mano de obra intensiva, por ejemplo, relativo a servicios”, explicó Sturzenegger.

Y enfatizó en las consecuencias de proteger a Tierra del Fuego (unos 186.000 habitantes) en perjuicio del resto de Argentina: “En algún momento habíamos hecho una estimación y la pérdida neta de empleos por el régimen de la isla para el total del país era de unos 60.000 empleos”.