Le preguntamos a una Doctora en Astronomía qué es realmente el Mercurio Retrógrado y si tiene algún efecto en las personas, como muchos creen.

Esta semana, comenzó el fenómeno astronómico Mercurio Retrógrado, que si bien se remonta a nada más que un efecto óptico en el firmamento, para la astrología tiene otros significados que la ciencia no respalda.

De hecho, en esta época los estudiosos de la astrología, que relaciona el movimiento de los astros con el comportamiento de las personas, asocian el Mercurio Retrógrado con “volver hacia atrás” o un buen momento para “evaluar las cosas” y reflexionar sobre la vida.

Sin embargo, no existe ninguna evidencia científica que demuestre que el movimiento de los planetas tenga algo que ver con el comportamiento, las decisiones o la energía de las personas en la Tierra.

Andrea Mejías, Doctora en Astronomía y divulgadora del Observatorio Astronómico Nacional de la Universidad de Chile, explica este fenómeno y su perspectiva científica.

¿Por qué ocurre el Mercurio Retrógrado (u otros planetas)?

La experta detalla que, hay ciertos periodos del año en que algunos planetas que son visibles desde la Tierra, “aparentan” detener su movimiento y comienzan a moverse hacia atrás. A esto se le llama “movimiento retrógrado”.

Esto último es “puramente un efecto óptico”, explica Mejías, y ocurre por “por la diferencia de las velocidades a las que estos objetos se desplazan alrededor del Sol, vistos desde la Tierra, que también es un objeto en movimiento”.

“Un buen ejemplo para entenderlo es cuando adelantamos un vehículo en la autopista, desde nuestro punto de referencia, el vehículo que estamos sobrepasando pareciera ir hacia atrás, cuando en realidad ambos autos se desplazan en la misma dirección”, puntualiza.

En la siguiente animación se puede ver un ejemplo visual del movimiento retrógrado de la órbita de Mercurio respecto a la Tierra. Todo depende de como se percibe el movimiento desde nuestro planeta.

Asimismo, Mejías detalla que en este nuevo periodo el Mercurio Retrógrado ocurrirá entre el 23 de agosto al 15 de septiembre.

“Para la astrología, la retrogradación de los planetas puede generar algunos efectos en las personas, relacionando a Mercurio con el Dios romano de la comunicación y la adivinación (Hermes en la cultura griega), con las relaciones interpersonales”, comenta.

Pero “desde el punto de vista científico, no hay ninguna evidencia que relacione el desplazamiento de los planetas o las estrellas con las decisiones humanas“, aclara.