Tras dos años de versiones telemáticas, el Festival Arte & Memoria Víctor Jara retomó la presencialidad con un cartel de actividades que se extenderá hasta el domingo 2 de octubre, y que tendrá entre sus invitados a Illapu, Congreso, Electrodomésticos, Charo Cofré. Sol y Lluvia, Isabel & Tita Parra, Quilapayún y Shamanes, entre otros. Aquí, Amanda Jara, hija de Víctor Jara y una de las organizadoras del evento, habla del legado de su padre en la sociedad chilena a 49 años de su asesinato y a 90 de su nacimiento.

(P): ¿Cuáles son las bandas o solistas del cartel del FAM 2022 que más escucha en su vida cotidiana? ¿Tiene algún favorito personal?

Los artistas del Festival Arte y Memoria (FAM) son muchos y de distintos géneros. Más que por mis gustos personales, nos guiamos porque lleguen al FAM quienes
aman el legado de Víctor, su compromiso, y el mensaje de humanidad de sus canciones. Así que muchas personas pueden elegir ir al Festival el día del canto de autor, del hip hop, del rock o de música más bailable. A mí me gusta ser bien variada en la música y te diría que disfruto de todos, pero para jugármela con algunos elegiría los debut de músicos consagrados que tenemos, como los Electrodomésticos (jueves 29), y artistas nuevos como una joven música que viene desde Colombia, llamada La Muchacha, o MC Millaray y Mariel Mariel (sábado 1 de octubre).

(P): ¿Cómo proyecta el FAM en los próximos años? ¿Cuáles debiesen ser los caminos a seguir para sumar más público al evento?

(R): Como todo lo que hacemos en la Fundación, este ha sido un proyecto de hartos años y ya lo que hemos logrado es mucho. A mí me sigue sorprendiendo la cantidad de
gente interesada en brindar su arte en estos días de Festival, y este año en especial por los 90 años de mi papá. Creo que son correctos los caminos que hemos tomado, como no soltarnos en la pandemia y seguir haciendo el Festival online. Y ahora volver
a un evento presencial y sumar días con artistas que apuntan a distintos públicos.

Por supuesto que también es muy importante hacer el FAM desde el Sitio de Memoria Est dio Víctor Jara, donde miles de personas fueron encerradas injustamente, torturadas y que es el último lugar donde se vio con vida a mi padre y a Littré Quiroga. El arte y la memoria van de la mano: ese es el camino.

(P): Este año, en el FAM, habrá un día dedicado a la música urbana, género predilecto entre los jóvenes. ¿Reconoce la influencia del legado de Víctor Jara en los músicos de este género?

(R): Hablar con verdad, desde el pueblo y desde el corazón, es bienvenido. Así se dan los cruces de géneros: si hoy llama la atención la música urbana en el FAM, hace unos años pudo haber sido el rock o el hip hop, pero hoy nadie se sorprende de eso. Son estilos distintos, pero hay mensajes que son universales y en eso tanto la música de mi padre como la música urbana pueden tener puntos de encuentro.

(P): Para los neófitos en Víctor Jara: ¿Cuál cree que sería la mejor forma de comenzar a conocer la obra de su padre?

(R): No podría recomendar una sola forma, porque depende del lugar en que se acerque cada persona. Pero sí creo que la obra de mi papá tiene algunas canciones fundamentales, que no se pueden obviar, como “El derecho de vivir en paz”, “Manifiesto”, “Plegaria a un labrador”, “Te recuerdo Amanda” y “Luchín”, aunque mis predilectas son “Angelita Huenumán”, “El Pimiento” y “Abre la ventana”.

(P): “El derecho de vivir en paz” se convirtió en un símbolo del estallido social de 2019, que sirvió de impulso para un plebiscito constitucional. ¿Qué opinión le merece el estado actual de aquel proceso tras el triunfo del Rechazo?

(R): Fue muy duro en lo personal ver los resultados del Plebiscito porque la propuesta tenía muchas cosas en que podíamos avanzar como pueblo, como una sociedad más
humana y solidaria. El estado actual es de incertidumbre. Como muchas personas espero que se cumplan las promesas y terminar con la constitución que se hizo con sangre, con dolor y muerte que aún marcan a nuestro pueblo.

(P): ¿Tiene esperanza en que durante el gobierno del presidente Boric se concrete el traspaso del Estadio Víctor Jara a la fundación?

(R): Hemos trabajado por años en ese proyecto y como fundación sentimos que estamos avanzando para lograr el comodato del estadio. Merece ser un sitio de memoria como
un recordatorio para las actuales y nuevas generaciones de los crímenes que se cometieron ahí. También parece inexplicable que un espacio así, con tanto potencial,
no tenga una programación que aproveche sus múltiples condiciones. El proyecto que tenemos abarca el estadio como Sitio de Memoria, un centro de cultura y arte
popular, una escuela de educación artística y espacio para el deporte, entre otras propuestas, absolutamente necesarias para darle vida.

(P): En 2023 se cumplirán 50 años del golpe de Estado y el crimen contra su padre. ¿Cree que hay desconocimiento en las nuevas generaciones (y en la sociedad chilena actual) sobre los acontecimientos que ocurrieron en 1973? ¿Cree que esto ha cambiado con los años?

(R): El asesinato de mi padre sigue sin tener justicia, a casi medio siglo de sucedido. Nosotros vamos a exigir Justicia mientras estemos con vida. Él es una persona de las miles que sufrieron de muerte, tortura, apremios ilegítimos y violaciones a sus Derechos Humanos. Y aún hay muchas otras personas que siguen sin entender, o no
quieren entender, que esto no es política -independiente de la posición que pueda tener cada uno- sino que es Justicia, Verdad y Reparación. Son dolores profundos
que muchas familias llevamos y sentimos que en realidad no se ha avanzado, para nada. Además de no haber justicia para los crímenes, no hay educación en Derechos Humanos, muchos de los responsables murieron sin responder. Hay mucho por hacer.

(P): ¿Cuál cree que hubiese sido el rol de Víctor Jara en el Chile del 2022? ¿Estaría a favor de las manifestaciones de estudiantes secundarios que por estos días se desarrollan en Santiago?

(R): Mi padre está muy presente en el Chile de 2022 y estuvo en el del 2019 y el del 2000 y así. Su mensaje le hace sentido a muchos jóvenes y adultos, porque es un mensaje de humanidad, de amor, pero de amor real y profundo, por el prójimo, por la naturaleza, por la vida en general. Son las personas las que toman su legado y lo llevan a sus vidas y a sus luchas.