El ganador del Óscar con "El Señor de los Anillos" estrena hoy la primera de tres partes de "The Beatles: Get Back", registro que indaga en las sesiones de grabación de "Let it be", el álbum que marcó el fin de la banda. Aquí, el director cuenta la historia del documental y desclasifica con qué se encontró en las más de 60 horas de material audiovisual inédito.

Hoy debuta en Disney+ el primer capítulo de “The Beatles: Get Back”, la esperada serie documental de Peter Jackson que muestra cómo fueron las sesiones de grabación de “Let it be”, el álbum de estudio que marcó el fin de la banda y su mediática separación.

“No tengo idea cómo me gané la confianza de Paul McCartney, Ringo Starr, Yoko Ono y Olivia Harrison”, cuenta el cineasta a BioBioChile desde Nueva Zelanda, en un encuentro virtual con medios de todo el mundo.

“Conocí a Paul hace mucho tiempo, en una premiere de una de las películas de El Señor de los Anillos, el estreno de Las Dos Torres, y dijo que era un gran fan. Le pregunté sobre que los Beatles iban a hacer El Señor de los Anillos con Stanley Kubrick, sobre qué tan real era eso, y lo era. Paul sabía quién era yo, y él sabía que yo sabía quién era él; todos saben quién es él. Esa fue la única relación”, recordó.

A fines de los sesenta, en medio de un tenso clima al interior del cuarteto, The Beatles invitó a un equipo audiovisual a registrar las “sesiones de Get Back”, como se conocieron años después. Parte de dicho material fue exhibido en el documental “Let it be” a cargo de Michael Lindsay-Hogg (1970), en donde se mostró el clima de desencuentro que reinaba al interior del grupo.

“Fui a una reunión en Londres con Apple Corps, no para conocer a un Beatle sino para conocer a Jeff Jones y Jonathan Clyde”, cuenta sobre la primera invitación, que tenía como objetivo hablar de una muestra de The Beatles que incluiría realidad virtual.

“Durante esa reunión yo entré como un fan. Pero una de las cosas que siempre me pregunté durante estos últimos 40 años fue: ¿Qué pasó con todo el material que no fue usado en el documental Let It Be? Sabía que Michael Lindsay-Hogg filmó muchas cosas que no fueron usadas. No tenía idea si eso había sobrevivido, ni cuánto material era, porque ningún libro habla realmente de eso”, dijo.

“Así que le pregunté si cuando filmaron en 1969 habían algunas tomas que no habían usado. Me dijeron que sí, que habían 60 horas de material, y que lo tenían guardado. Pregunté cómo puedo ver todo eso, qué trucos tengo que hacer para tener eso. Y me dijeron: qué curioso que lo menciones, porque queríamos repasar ese material; ellos tampoco lo habían visto. Podríamos hacer otro documental sólo usando las tomas descartadas y necesitamos a un director para hacerlo, dijeron. Y yo respondí que tenía un poco de tiempo libre, un par de años libres, y les dije que si estaban interesados por favor pensaran en mí”, añadió.

Aplazado y modificado en su formato original a raíz de la pandemia, lo que comenzó como un largometraje terminó siendo adaptado a una serie de tres capítulos con estreno exclusivo vía Disney+.

Allí, “en bruto”, vemos cómo los ingleses van armando las canciones de “Let it be” en un momento en que habían decidido “volver a sus raíces”, dejando momentáneamente de lado la producción musical para concentrarse de lleno en piezas “simples” que pudieran grabar en conjunto.

“Entré en una reunión hablando sobre realidad virtual y salí con Get Back. Estaba en el lugar correcto en el momento correcto”, sostiene el ganador del Óscar por la saga de Tolkien.

(P): ¿Cuáles fueron los aspectos más atractivos que descubriste como fan de The Beatles?

(R): Como cualquier fan, he leído todos los libros, las sesiones del Get Back, y esas sesiones se describen como las más miserables en la historia de los Beatles. Ellos estaban peleados, irascibles y las cámaras los estaban filmando, no podían estar en la compañía del otro. Estaban usando canciones terminadas y tocando como músicos de sesión. Obviamente eso era lo que esperaba ver. Ahora, quería medir eso, porque tampoco quería volver a esa época miserable, quería hacer una película feliz y no una miserable. Tenía una pequeña voz en mi mente dando vueltas que decía: si lo que vemos en la película “Let It Be” es lo que dejaron que se viera, qué diablos no querían que el mundo viera. No quería ser ese sujeto. Sólo estaba yo y la tele, me dejaron solo para verlo. Lo vi y me reí. No podía creer que estaba viendo a Paul componer Get Back, era increíble. Es día tras día. 22 días seguidos.

(P): No todo se desarrolló como lo planeó la banda…

(R): George se va en algún punto, las cosas van mal y lo intentan arreglar. Así es la vida. No son sólo los Beatles queriendo arreglarse, es un proyecto muy ambicioso y las cosas suceden. Los chicos eran muy graciosos, y no fue lo que tuve en mi cabeza por todos estos años. Y luego me preguntaba qué era: una extraña mezcla entre la memoria, la historia y la distorsión. Mucha de la mala reputación que tiene este período no es sobre el 69, es sobre el período posterior: la miseria sucede en 1970. Ahí es cuando la película y el álbum se estrenaron. Y los Beatles habían anunciado su ruptura en abril. La gente sabe que se van a separar, luego ven esta película y asumen que están viendo a los Beatles separarse, porque esos son los titulares, una mirada íntima a ellos. Están imponiendo los titulares de abril en la película que van a ver en Mayo, y esa reputación nunca dejó a “Let it be”.

Un nuevo “Let it be”

A su juicio, el filme de 1970 “no está tan mal”. “Sí hay un problema con la película: la época. Michael Lindsay-Hogg hizo una película en una mala época, ya que cuando estaban en post-producción los Beatles se habían separado. Y siento pena por ellos. Creo que la expansión de 16 mm a 35 mm no fue muy buena, tiene mucho grano y perdieron algo del color, tiene un sentimiento sombrío… Esa no es la reputación de enero de 1969, esa es la reputación de mayo de 1970. Está mal sincronizado”.

La distorsión temporal, según Jackson, incluso confundió a los propios protagonistas de esta historia. “Hablé con Ringo y Paul, y en las conversaciones que tuve con ellos hablaban de la película en 1970, y yo les estaba hablando de las sesiones del Get Back del 69; hasta ellos estaban desincronizados. Y no fue hasta que les mostré el material desde el iPad que ellos se dieron cuenta que no era cómo ellos pensaban tampoco”.

“La cosa es que si tienes 60 horas de un material increíble, lo más bello de los Beatles jamás filmado, no van a ser 60 horas de peleas, eso sería una decepción. La buena noticia es que no es así. Hay material increíble que los Beatles deliberadamente han guardado por 50 años y nadie quiere verlo porque ellos mismos creen que es horrible. Y no lo es. Y después de 50 años todos dicen ‘oh, no es lo que creíamos que era"”, agrega.

(P): Las sesiones de Get Back no fueron ni 5 años más tarde que la filmación del A Hard Day’s Night, que fue una película en donde disfrutaban siendo The Beatles…

(R): Deberíamos darles las gracias a Glyn Johns y a Michael Lindsay-Hogg, porque en este terreno de pesimismo y miseria, he visto muchas entrevistas de ellos y Glyn ha dicho que se reía con ellos todo el día, y que no tenía idea de por qué la gente decía que era una mala época. Glyn y Michael han sido las dos voces que han trascendido en este tiempo, y tenían razón.

(P): McCartney tenía una reputación de “extremadamente mandón”, y viendo parte del material se ve que más que mandón, es un entusiasta. Cuando Harrison está repasando Old Brown Shoe, Paul está detrás animándolo…

(R): Hacía mucho frío, estaban en un gran estudio helado, no estaban ahí para grabar, sino para ensayar, porque en ese estudio iban a hacer ese show en vivo en 18 días. Es muy claro que Paul quiere que esto suceda, y John, Ringo y George están ahí porque Paul quiere que suceda. Y sus corazones no están ahí como lo está el de Paul, eso es verdad. Y por lo tanto Paul piensa que está arrastrando a un trío perezoso e intentando que esto funcione. Cada día que pasa, y tienen un tiempo muy limitado para hacerlo, parte del problema de Paul es que es muy ambicioso. Él es el que dice que tienen un par de días más y sólo tienen 3 canciones. Él es quien los mantiene y les recuerda; tiene esa responsabilidad.

Y me ha pasado en los sets: cuando son las 4 de la tarde y no tengo ni una escena lista y tengo que decirle al equipo que lo logremos. Así que lo entiendo. Así que cuando se mudan a Saville Row, algo increíble pasa, todos se emocionan y se juntan para hacerlo. No es por Paul, aún están haciendo las mismas canciones en vivo, y se emocionan y se juntan los 4. John, Paul, Ringo y George piensan que esto podría salir muy bien, y que parece que la idea de Paul era buena. Y todo cambia. Paul ya no tiene que mandarlos, porque ya todos están a bordo.

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(P): En Saville Row tienes al quinto Beatle, Billy Preston. ¿Cómo lo definirías?

(R): Cuando veo el material, espero con ansias que aparezca Billy, porque amo a Billy y no sé mucho sobre él. Claro que sé que estuvo involucrado en esto pero no tengo ninguno de sus álbumes o algo así. Él tiene un alma tan gentil y hermosa, y es tan talentoso. No soy músico, pero cuando toca toma los solos a la primera. Amo a Billy y ellos aman a Billy. Y él llega porque estaba en la ciudad, en un par de shows. Él pasa a decirles hola y John dice que necesitan un tecladista, ¿quieres ayudarnos? No alcanza a sacarse el abrigo y ya está tocando el solo de “Don’t Let Me Down”. Y en el minuto en el que toca, puedes sentir la energía en el estudio. No creo en que Billy Preston hizo que todos se comportaran, lo que hizo él fue que todos se emocionaran. Su presencia los renueva y lo puedes sentir. Y realmente lo amo.

(P): Otro mito es que Yoko Ono y John Lennon estaban en un lado del estudio y que los demás andaban en otro. Porque los Beatles ya estaban acostumbrados a la presencia de Yoko haciendo el “White Album” el año anterior… ¿Cuál fue su rol en las sesiones?

(R): Estoy de acuerdo, es interesante que cuando eres tan famoso como los Beatles, cualquier cosa que se reporta termina siendo un mito. Yoko no está en el estudio separando a la banda. Ella está ahí porque ellos están enamorados. No quiere que estén separados. ¿Querían los otros que ella no estuviese allí? Quizás, pero aman a John y si él quiere eso, está bien. Ella no interviene con lo que ellos hacen. Ella no dice que ese solo debería ser más rápido, ella nunca interfiere. Ella nunca interfiere, es muy respetuosa. Es lo que es, y está ahí porque se aman, y los demás lo saben. En el filme tienen un sentido real de lo que es la historia.

(P): ¿Qué te dijeron Paul, Ringo, Yoko y Olivia al ver la serie?

(R): Es interesante. Cuando se las mostré no estaba terminada, eran 6 horas en total. Pero no esperaba que me entregaran notas, porque Michael, quien ha sido un gran apoyo, de todas las experiencias que él ha tenido, contaba que Paul iba a la sala de edición y era una pesadilla, porque todos ellos querían cosas distintas. Pero yo estaba en Nueva Zelanda. Después de 50 años, ellos han entendido la importancia histórica de esto. Esto es un documento histórico tan grande del rock & roll, y tiene que salir… Ellos tienen coraje, son productores. Cuando hice El Señor de los Anillos, Warner me dio 7 páginas de notas, y esperaba que pasara eso acá. Lo único que pasó, fue que fue muy crudo de ver. Fue la primera vez en la vida en que me dijeron “no le cambies nada”, y eso es muy valiente. Ellos nunca han dejado que la gente vea los Beatles de esta forma antes, y es muy valiente.

(P): Estuviste 4 años preparando este documental. ¿En qué momento pasaste de una película de 2 horas a una serie de 6 horas en tres partes?

(R): El plan era que fuera de 2 horas y media, pero en la realidad nunca llegamos ni cerca de dos horas y media. Y cuando avanza el tiempo, tenemos que ver todo. Hicimos las matemáticas, y queríamos el concierto completo en el techo, así que eso eran 45 minutos y nos quedaba una hora y un poco para los demás 21 días. Nos quedaban 3 minutos y 15 segundos por día. 7 horas de audio, 3 horas de imagen y teníamos que cortarlo a 3 minutos. Una locura. Y luego pasó la pandemia, y Disney retrasó el estreno y fue bueno para nosotros porque podíamos resolver el problema. Hicimos la versión que nosotros queríamos hacer, de 6 horas. Les mandé eso a los Beatles antes que a Disney. Haré lo que quieran pero no sé qué hacer con esto. Ellos dijeron que sí. Y cuando editas generalmente se acorta, pero nosotros vimos qué partes nos habíamos saltado…

Tenía que hacer dos cosas, tenía que ser responsable como director de contar la historia, porque habrá gente que la vea que no sabe nada de los Beatles o sobre las sesiones de Get Back. No quiero aburrirlos, quiero interesarlos y que sigan la narrativa, que vean la interesante historia, porque lo fue en la vida real. Cada vez que pensé que algo era genial, lo incluí en el documental, y así llegué a 6 horas.

(P): ¿Cambió la percepción que tenías de John, Paul, Ringo y George o hubo algo que te sorprendió?

(R): No creo que haya cambiado, sino que me sorprendió. Como fan de los Beatles piensas que has leído todos los libros, visto todas las películas, que tienes conocimiento, y ahora ves las cosas diferente. Sobre la miseria que hablábamos, las cámaras escondidas, y todo eso, y en las 150 horas de audio los Beatles no se dicen ni una palabra fea. No hay partes en las que ellos estén realmente enojados con los otros. Paul es mandón pero yo soy director y nadie me dice mandón. Es sólo ser responsables. Él quiere que todo lo que hagan sea fantástico, tienen un estándar, quiere que no sea otro Magical Mistery Tour. Me sorprendí mucho con John Lennon, y te diré por qué. Tenemos muchos Lennons. En los 60s, 70s. John en este material es gracioso, relajado, maravillosamente agraciado, nunca dice una mala palabra. John quiere ayudar a Paul, es paciente y adorable. Esperaba un John enojado de otras sesiones, ese John no sale en este filme y me gustó.

Paul en entrevistas siempre dice que John era un tipo maravilloso. Acá hay un John maravilloso. En la mitad decide ayudar. Apoya 100% a Paul, y casi empieza a ser el líder de la banda. George es el más pragmático, lo amo. Él es muy gracioso y pragmático. Cuando van a Saville Row, en las canciones de John y Paul, George es tan comprometido y de hecho canta más que ellos: está comprometido en hacer muy buenas las canciones de John y Paul. Él está más cómodo sugiriendo ideas para las canciones de los otros, pero para las suyas es más tímido. John, Paul y George pueden estar bromeando, tocando, no hay plan, hacen lo que quieran porque están bromeando. Ringo no parece estar relajado, él no sabe lo que está pasando y es un excelente músico. Hay ángulos de cámara muy buenos de Ringo, sobre sus hombros, nunca lo he visto de esa forma.

(P): ¿Paul repensó su relación con John luego de ver Get Back? ¿Cómo fue para ti pensar que las sesiones de Get Back redefinieron esta relación legendaria?

(R): Después de grabar esto su relación con John se disolvió y colapsó, y lo hablamos. Hay una foto que Linda sacó en donde Pual dice que ahí se amaban. Eso es Get Back. Paul está viendo a su partner creativo por más de 15 años, está viendo su mejor amigo y colaborador creativo, con Yoko. Su corazón se rompe pedazo a pedazo de una forma honesta. No por Yoko, sino por sus intereses, y es muy interesante de ver.