“Lo mejor de ambos mundos”, así se podría definir a las nuevas Humanidades Digitales según cuenta la chilena Laura Cabrera, periodista y cofundadora de Distopía Sur, un proyecto centrado en la divulgación de esta nueva rama de estudios, “es un maravilloso puente entre las tradicionales humanidades como la filosofía, la historia, la lingüística y la literatura con los conocimientos y técnicas provenientes de las ciencias de la computación”, afirma.

Durante mucho tiempo, las humanidades y las ciencias siguieron caminos distintos. Estas últimas, crecieron especialmente gracias al desarrollo tecnológico.Sin embargo, hacia finales del siglo XX, la computación, como rama de la ingeniería, ha permeado diversos campos de estudio, incluyendo el de las humanidades, generando nuevas preguntas y maneras para analizar, cuestionar, criticar y comprender la vida.

Si bien el origen de este campo está en el hemisferio norte, según expresa Laura, en Latinoamérica existen un sinnúmero de proyectos que están dando que hablar. En México, por ejemplo, un grupo multidisciplinario de profesionales registra las consecuencias de la deportación masiva utilizando técnicas provenientes de la narrativa digital a través del proyecto “Humanizando la deportación”, o en Argentina analizan los videotutoriales de Youtube como construcciones emergentes de la cultura participativa.

Laura cursó un magíster en Humanidades Digitales en la Universidad de Groningen, de los Países Bajos, gracias al Programa de Becas Chile de la ANID. De regreso al país, se reunió con otros profesionales formados en la misma área y decidieron crear Distopía Sur, un nanomedio centrado en la divulgación de aquellas experiencias que están marcando tendencia en el campo de las humanidades digitales, “existen una serie de proyectos que están emergiendo desde diversos rincones de América Latina y que apuntan a resolver preguntas propias de las humanidades a partir de la programación, la minería de textos y la inteligencia artificial, entre otras herramientas”, señala.

Publicaciones de Distopía Sur | Cedida
Publicaciones de Distopía Sur | Cedida

BioBío Chile conversó con Laura Cabrera sobre Distopía Sur:

P: ¿Qué son las humanidades digitales?

R: “Las Humanidades Digitales representan el giro tecnológico que hacen las humanidades y las ciencias sociales, para continuar investigando los temas que han cuestionado tradicionalmente pero esta vez con la ayuda de nuevas herramientas computacionales, las que han permitido agregar otra capa a lo que anteriormente se podía conocer. Por ejemplo, para una persona leer 500 libros es una tarea compleja por temas de tiempo, pero recolectar el contenido de 500 libros en un corpus (pensemos que están digitalizados) y procesarlo con el computador es posible incluso en un periodo acotado”.

P: ¿Y por qué para Latinoamérica es relevante este campo de estudio?

“El continente latinoamericano es muy rico en términos de diversidad cultural, biológica, geográfica y étnica. No puede quedar fuera de las investigaciones por falta de sincronización entre la academia y la tecnología. No puede ser que sólo salgamos a la palestra cuando alguien del hemisferio norte define que somos relevantes como objeto de investigación. Desde esta región también se están realizando grandes esfuerzos para contribuir al desarrollo de las humanidades digitales y eso es lo que queremos evidenciar con Distopía Sur”.

P: ¿Y por qué utilizan el concepto de distopía?

“Existen muchas áreas relevantes en el campo de las humanidades y las ciencias sociales que se resisten a la influencia tecnológica, quieren hacer las cosas al margen de toda transformación digital, utilizando las mismas herramientas y lentes de siempre. Pero estos cada vez van quedando más obsoletos y eso nos remite a una actitud distópica, en el sentido de que si los investigadores se quedan fuera del progreso tecnológico, lo que nos queda es una tecnología sin crítica, enajenada e individualista. Nos encontramos en un sur distópico y eso es lo que queremos combatir con información”.

P: ¿Cómo lo anterior repercute en su proyecto? y ¿qué es lo que persiguen finalmente?

“Buscamos apoderarnos de las redes sociales con contenidos entretenidos y educativos que nos ayuden a cuestionar la tecnología, a no aceptarla como algo inherentemente bueno. Para ello es imprescindible saltar la barrera académica puesto que desde las universidades y centros de investigación tienden a transmitirse en un solo circuito; además, los círculos de los investigadores históricamente han sido cerrados, pero nuestra apuesta es que sus temas sean conversados por las personas que también están viviendo el mundo digital. Queremos que aquellas ideas que se anuncian en papers estén presentes en una almuerzo familiar o en una junta entre amigos, en las escuelas o entre los profesores que están buscando formas entretenidas para enseñar, ahí las humanidades digitales tienen mucho que aportar. En síntesis, presentarlas como un tema interesante y cercano a la vida cotidiana”.

P: Justamente ustedes hablan de hacer divulgación de las humanidades, algo que es más común de escuchar en las ciencias…

“Efectivamente, cuando partió este proyecto nos llamó mucho la atención que en las ciencias tradicionales es común hablar de divulgación, como un concepto que define la comunicación y educación de ese campo a otras personas de distintas edades y que no necesariamente son expertos o profesionales del área. En las humanidades, no existe un concepto instalado que describa ese rol y nosotros creemos que para las humanidades digitales justamente esa labor es fundamental”.

P: ¿Por qué utilizar Instagram?

“Utilizar esta red social fue una decisión estratégica que justamente persigue despertar el interés de aquella audiencia que gusta de la dinámica de las redes sociales, que lo pasa bien con ellas, pero que valora que a través de estas plataformas existan iniciativas que vayan más allá de las banalidades a las que de alguna manera nos acostumbramos a consumir con frecuencia. Ha sido un desafío condensar temas complejos en un formato sintético y todavía queda mucho por aprender, especialmente de los más jóvenes, pero tenemos varias ideas en mente para mantener innovación”.

P: ¿Y cómo lo han hecho para adaptarse a formatos a los que la academia no está acostumbrada?

“Justamente el aspecto estético en redes sociales, y sobre todo en Instagram, no es menor, por eso en el equipo cruzamos el trabajo académico o de investigación con, por ejemplo, el diseño. Mauricio Cárdenas es quien lidera esa ‘patita’ que permite que la información se adapte a los nuevos formatos: infografías, videos, reels y mucho más. Hoy la información es percibida a través de multiformatos y, por ende, es fundamental alinear todos los recursos que permitan que una persona entienda, comprenda, se inspire y disfrute. Es como un anzuelo para que el usuario decida ir más allá. Llevamos poco tiempo pero nos llegan consultas con frecuencia sobre los materiales que subimos. Nosotros felices de poder contestar.

Para conocer más de este proyecto, puedes visitar su contenido en este enlace.