Corea del Norte anuló este miércoles una visita de Ban Ki-moon, la primera de un secretario general de la ONU en veinte años, y poco después anunció que había logrado miniaturizar armas atómicas.

Ban Ki-moon, que se encuentra en Seúl y debía viajar a Corea del Norte el jueves, deploró una decisión “muy lamentable”.

Esta negativa llega un día después de que Ban instara a Pyongyang a rebajar la tensión y evitar nuevos ejercicios militares en la península.

La Comisión Nacional de Defensa (CND), citada por la agencia oficial de noticias KCNA, anunció el miércoles haber conseguido miniaturizar armas nucleares, un avance técnico que le permitiría colocarlas dentro de un misil.

“Hace mucho tiempo que hemos empezado a miniaturizar y diversificar nuestro medios para un ataque nuclear”, indicó la Comisión Nacional de Defensa (CND), citada por la agencia.

“También hemos llegado a la etapa en la que se garantiza el índice de exactitud más alta, no sólo para misiles de corto y mediano alcance sino también para misiles de largo alcance”, agregó el comunicado.

En Seúl, el secretario general de la ONU había dicho el martes que temía una nueva carrera “armamentística” y un aumento de “las tensiones en toda la región”, después de que Corea del Norte lanzara con éxito un misil balístico submarino, violando las resoluciones de Naciones Unidas.

Ban había anunciado que visitaría el jueves la parte norcoreana del complejo industrial de Kaesong, situado en la frontera entre ambos Estados.

La visita iba a ser la primera de un jefe de la ONU desde la del entonces secretario general Butros Butros-Ghali en 1993.

“A primera hora de esta mañana, las autoridades de la República Popular Democrática de Corea [RPDC, Corea del Norte] nos informaron, a través de sus canales diplomáticos, que habían dado marcha atrás en su decisión de permitirme visitar el complejo industrial de Kaesong”, declaró Ban durante una conferencia en la capital surcoreana.

“No se dio ninguna explicación a este muy lamentable cambio de última hora”, añadió.

Vuelta a las negociaciones

Kaesong, situada en Corea del Norte a una decena de kilómetros de la frontera, emplea a unos 50.000 norcoreanos en 125 empresas manufactureras surcoreanas.

El complejo es una fuente vital de divisas para Pyongyang, que hace frente a múltiples sanciones internacionales.

Para las empresas surcoreanas, el complejo industrial representa la posibilidad de emplear a personal a bajo costo y obtener beneficios fiscales.

Aunque Kaesong quedó durante mucho tiempo al margen de los sobresaltos habituales en las relaciones diplomáticas entre ambos países, aún técnicamente en guerra, este enclave industrial es objeto de disputas en los últimos años.

Pyongyang cerró el complejo durante cinco meses en 2013, en un momento de gran tensión tras un tercer ensayo nuclear norcoreano.

Ban, que visitó el complejo en 2006 en calidad de jefe de la diplomacia surcoreana, alabó esta semana este modelo de cooperación industrial que, a su juicio, beneficia a las dos Coreas.

El secretario general de Naciones Unidas reiteró el miércoles que una solución duradera del conflicto entre ambos Estados pasa por el respeto por parte de Pyongyang de las resoluciones del Consejo de Seguridad y de su regreso a la mesa de negociaciones.

“Como secretario general de Naciones Unidas, no escatimaré esfuerzos en alentar a la RPDC a trabajar con la comunidad internacional en favor de la paz y de la estabilidad de la península coreana y más allá”, subrayó.

Las negociaciones de paz a seis (Corea del Norte, Corea del Sur, Japón, Estados Unidos, China y Rusia), suspendidas desde diciembre de 2008, buscan que Pyongyang abandone su programa nuclear a cambio de ventajas económicas y diplomáticas.

El secretario de Estado norteamericano John Kerry advirtió a Corea del Norte esta semana que Seúl se exponía a nuevas sanciones tras su ensayo con un misil balístico.