Autorizar que las dos presuntas víctimas de abuso sexual declaren en una sala especial, fue la primera medida que determinó llevar a cabo el Tercer Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, en el arranque del juicio contra el sacerdote John O’Reilly.

A las 9:00 de la mañana comenzó la jornada, que busca establecer la culpabilidad o inocencia del religioso de la Congregación de los Legionarios de Cristo y suspendido guía espiritual del Colegio Cumbres.

La solicitud vino por cuenta del Ministerio Público en el contexto de lo acontecido en el caso del jardín Hijitus de la Aurora, en el que las juezas negaron el uso del espacio acondicionado para evitar el estrés de los niños durante la exposición de los testimonios.

Así, las hermanas presuntamente abusados, hoy de 8 y 12 años respectivamente, ingresarán a un lugar cómodo, donde se encontrarán incluso con la presencia de un perro labrador en la sala, que entregará un contexto amigable.

Todo, bajo la mirada atenta de abogados, fiscales y demás intervinientes que seguirán por monitores el momento.

Durante el juicio, la madre de las eventuales víctimas comentó la anormalidad que le significó descubrir que el guía espiritual, por ejemplo, sacara a las niñas de clases.

En tanto, el equipo de abogados de John O’Reilly, encabezado por el defensor Luis Hermosilla, aseguró que el Ministerio Público viene trabajando de forma equivocada, subrayando el mal gasto de dineros públicos al llevar a juicio a un inocente.

En ese sentido recalcó que O’Reilly no es Fernando Karadima. “Se diferencia completamente con el caso Karadima”, aseveró tras lo cual reafirmó la inocencia de su representado.

Se espera que el juicio se extienda por dos meses, ya que son 97 testigos y peritos los que deben declarar en la causa, por la que O’Reilly arriesga una pena superior a los 20 años de presidio efectivo.