La controvertida cantante Lady Gaga realizó este lunes su primer concierto en Filipinas ante unos 40.000 espectadores, pese a las protestas de grupos cristianos y la posible prohibición por parte de las autoridades del segundo espectáculo previsto en Manila.

Los espectadores la aclamaron cuando dijo: “No soy una criatura de su gobierno, Manila”. Posteriormente, cantó su controvertida canción “Judas” considerada blasfema por sus detractores.

Las entradas para el espectáculo llegaron a venderse al precio de 15.840 pesos (unos 370 dólares), una pequeña fortuna en este país pobre.

Unos 500 manifestantes cristianos trataron de acercarse al lugar en que cantaba Lady Gaga, cantando himnos religiosos y esgrimiendo pancartas en las que se pedía que se “frene” a Lady Gaga.

Unos días después de que Indonesia le negara el permiso de actuación en Yakarta, las autoridades filipinas habían indicado que la cantante debería evitar el desnudo, la blasfemia y cualquier tipo de “conducta indecente” durante sus dos conciertos en Filipinas.

Las autoridades habían anunciado que habría inspectores en el lugar de los conciertos para verificar que la cantante respete las consignas.

Filipinas es el mayor país católico de Asia, con un 80% de la población que se reclama de la Iglesia de Roma, una herencia del período colonial español.

En Indonesia, país musulmán más poblado del planeta, la policía anunció que no concederá autorización para el espectáculo de Lady Gaga en Yakarta el 3 de junio, para el que las 50.000 entradas se vendieron en unas dos semanas.

El concierto podría celebrarse en otra ciudad, en la que un permiso distinto sería necesario, según la policía.