Las fuerzas de seguridad sirias mataron este viernes al menos a 34 personas cuando dispararon contra manifestantes que en varias ciudades de Siria reclamaban la democracia, según un balance de militantes de los derechos humanos.

Decenas de otros manifestantes fueron heridos por las fuerzas del régimen, según estos activistas contactados por la AFP por teléfono desde Nicosia.

Al llamado de la oposición para un “Viernes de la libertad” y de “la unidad nacional”, miles de personas se manifestaron en Homs (centro), Deraa (sur) Banias (noroeste), Qamichli (norte) y en otras ciudades.

Las manifestaciones también se dieron en sectores cercanos a Alepe (norte), segunda ciudad del país, y Damasco, donde hasta ahora no se habían producido protestas.

Las movilizaciones tuvieron lugar entre otras localidades en Duma, cerca de Damasco, en Jableh (oeste), Amuda y Derbasiyeh (noroeste), a pesar de que el poder optó por acallar por la fuerza la revuelta contra el régimen baasista que dirige el país con mano de hierro desde hace más de 50 años.

Más de dos meses después del comienzo de la revuelta en Siria, el poder continuó ignorando los llamados internacionales para que no reprima las protestas, incluso el del presidente estadounidense Barack Obama, que pidió a su homólogo sirio Bashar Al Asad que “dirija la transición o se vaya”.

El balance más grave fue en Maaret al Naaman, cerca de la ciudad de Idlib (oeste), donde 15 personas, entre ellas un adolescente de 15 años murieron bajo las balas de las fuerzas de seguridad, dijeron las fuentes.

Otros 12 manifestantes, entre ellos un niño de 10 años y dos adolescentes de 15 y 16 años, murieron por disparos de las fuerzas del orden en Homs (centro), foco de la contestación, sitiada por el ejército desde hace casi dos semanas.

Dos cayeron muertos en la región de Deraa (sur), foco de la contestación que se ha extendido a todo el país. Un manifestante murió en Daraya, suburbio de Damasco, uno en Latakia, principal puerto del país (oeste), otro en Hama (centro) y dos en Deir Zor (este), agregaron.

Los militantes dieron una lista nominativa de las 34 víctimas.

Las fuerzas de seguridad también dispararon contra la multitud en Banias, según otros militantes.

Desde el comienzo de las manifestaciones, el régimen atribuyó los incidentes a “bandas criminales armadas” o a “grupos de terroristas”. Sin embargo la televisión estatal mostró este viernes imágenes de varias manifestaciones, afirmando que eran pacíficas pero restándoles importancia y sin mencionar víctimas.

Las restricciones impuestas a los medios de comunicación por Damasco impide toda verificación independiente.

La violencia ha empujado a miles de sirios a huir. Las autoridades libanesas estiman que unos 4.000 civiles, sobre todo mujeres y niños, han pasado recientemente al Líbano, indicó el viernes en Ginebra un portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

Estados Unidos, que se había mostrado hasta ahora prudente, elevó el tono.

“El pueblo sirio mostró su coraje exigiendo una transición hacia la democracia”, declaró Obama en un discurso sobre las revueltas árabes, un día después del anuncio de sanciones estadounidenses contra el presidente Asad y seis de sus cercanos colaboradores.

Las autoridades sirias rechazaron este llamado, afirmando que Obama no tenía que “decir a un país soberano lo que debe hacer”.