Estados Unidos acusó este jueves al gobierno chino de “grave retroceso” en cuestiones de derechos humanos, al cerrar dos días de reuniones en un contexto de fuerte represión contra los defensores de las libertades y de la democracia en China.

El secretario de Estado adjunto estadounidense para los Derechos Humanos, Michael Posner, dijo a la prensa que “en el curso de las últimas semanas, hemos visto un grave retroceso y la discusión sobre esta evolución negativa ha dominado el diálogo sobre los derechos humanos estos últimos días”.

Decenas de opositores chinos han sido detenidos, condenados a arresto domiciliario o alejados de sus casas en las últimas semanas, en un intento de Pekín por impedir cualquier manifestación inspirada en las revueltas populares que vive el mundo árabe.

Varios abogados, escritores, periodistas, peticionarios, artistas o blogueros han sido detenidos arbitrariamente.

La secretaria de Estado, Hillary Clinton, manifestó a principios de abril la “gran preocupación” de Estados Unidos frente a esta situación.