El gobierno argentino envió al Congreso un proyecto de ley que pone límites a la posesión de tierras por parte de extranjeros, anunció la presidenta Cristina Fernández, en un mensaje el miércoles por cadena de radio y TV.

“No somos nada originales, nos hemos copiado de Brasil, de Canadá, de Estados Unidos, de Francia y de Italia, países del primer mundo que tienen fuertes restricciones a la adquisición por parte de extranjeros de sus propias tierras”, dijo Kirchner.

La iniciativa había sido anticipada por Fernández el 1 de marzo, en el mensaje sobre la situación del país y la inauguración del año legislativo en el Palacio del Congreso.

Argentina es una de las potencias alimentarias, con fértiles tierras en la Pampa Húmeda (región central) y una cosecha de granos estimada para este año en más de 100 millones de toneladas, con exportaciones en 2011 por unos 35.000 millones de dólares, casi la mitad del total.

“El tema del dominio de la tierra es una cuestión estratégica y vital en este siglo XXI”, sostuvo la presidenta, que aún no dijo si se presentará a la reelección en octubre.

El texto entregado a la prensa limita la posesión extranjera a 1.000 hectáreas en una zona determinada y fija un tope de hasta 20% para la propiedad extranjera de tierras rurales en todo el país.

Estadísticas de la Federación Agraria Argentina (FAA), que nuclea a pequeños y medianos agricultores, señalan que 20 de las 180 millones de hectáreas productivas están en manos extranjeras.

“La medida no afectará los derechos ya adquiridos, porque significaría cambiar las reglas del juego y afectar a aquellos que adquirieron tierras legítimamente”, aclaró Fernández.

El proyecto crea un registro único de las tierras rurales, del cual carece actualmente el Estado.

Algunos grandes propietarios extranjeros de tierras en Argentina son los estadounidenses Douglas Tompkins y Ted Turner, el británico Joe Lewis (dueño del Hard Rock Café) y los hermanos italianos Benetton.