El régimen libio sufrió el martes una derrota simbólica cuando un ataque áereo de la OTAN destruyó completamente la oficina del coronel Gadafi en Trípoli, mientras los rebeldes marcaban un claro avance en Misrata, escenario de violentos combates desde hace dos semanas.

La oficina de Muamar Gadafi, situada en su inmensa residencia del sector de Bab Al-Aziziya, resultó totalmente destruida por un ataque aéreo de la OTAN, según un periodista de la AFP.

Las más fuertes explosiones escuchadas hasta ahora sacudieron la capital este lunes , mientras aviones sobrevolaron la ciudad, objetivo desde el viernes de intensos ataques de la OTAN.

Durante la noche del domingo al lunes, los aviones de la OTAN también atacaron un centro de comunicaciones en Trípoli utilizado para coordinar los ataques contra civiles libios, según señaló la Alianza en un comunicado.

Saif Al Islam, hijo del coronel Gadafi, denunció un “ataque cobarde” contra la oficina de su padre.

Esto “puede atemorizar o aterrorizar a los niños, pero no abandonamos la batalla y no tenemos miedo” dijo, en una breve declaración a su cadena de televisión Allibiya, afirmando que la batalla iniciada por la OTAN en Libia estaba “perdida de antemano”.

Tres horas después del bombardeo seguía saliendo humo de una parte del edificio destruido, donde decenas de curiosos y partidarios del régimen se reunieron en la noche, lanzando consignas en honor al coronel Gadafi.

En tanto los países y organizaciones miembros del Grupo de contacto sobre Libia insisten en la necesidad de una salida del dirigente antes cualquier arreglo del conflicto, pero el ministro argelino de Relaciones Exteriores, Mourad Medelci, estimó que la decisión correspondía a los libios.

En Misrata, a 200 km al este de Trípoli, la calma parecía reinar el lunes en la mañana después de intensos combates que permitieron ganar terreno a los rebeldes.

En la noche y durante varias horas, la ciudad fue blanco de disparos de artillería que provocaron explosiones más violentas que de costumbre.

Unas diez personas murieron y unas otras quedaron heridas en los bombardeos nocturnos, todos civiles, hombres, mujeres y niños menores, según fuentes de diferentes hospitales.

El doctor Mohamed Alfagieh, que dirige el hospital Mujamaa Tiby, mencionó “cadáveres totalmente carbonizados, algunos difícilmente asimilables a cuerpos humanos por lo quemados que están”.

Los cohetes cayeron al azar sobre casas, pero también en un cementerio, destruyendo las tumbas, según un periodista de la AFP.

El domingo, un claro avance de los rebeldes permitió liberar a habitantes que estaban encerrados en sus casas a veces desde hace más de diez días, debido a los franco-tiradores que mataban a todo el que intentaba salir.

Más al oeste, el domingo por la tarde, las fuerzas leales al coronel Gadafi bombardearon zonas cercanas al puesto fronterizo con Túnez de Dehiba, para tratar de recuperar el control de la ciudad de Wazzan, según testimonios recogidos por la AFP.

La principal ciudad de esta zona de montañas, de mayoría rebelde, Zenten, a 145 km al suroeste de Trípoli, fue blanco el domingo en la noche de disparos con cohetes Grad de las fuerzas pro-Gadafi, que provocaron cuatro muertos y nueve heridos, según los habitantes.

Por otro lado, este lunes continuaban en Al Harabah, a 25 km al este de Nalut, los combates por el control de la carretera que une Nalut a Zenten.

La carretera estaba cortada a causa de los combates, que comenzaron hacia las seis de la mañana.

Desde hace varios días, los habitantes dicen que recrudecieron los combates en la región de Zenten.

Las fuerzas leales a Gadafi intentan cortar las comunicaciones entre las localidades de esta zona montañosa, que se sumó desde el comienzo a la rebelión contra el régimen.