Las torrenciales lluvias que azotaron el Estado brasileño de Rio Grande do Sul (sur) dejaron al menos diez muertos, un número aún no precisado de damnificados y miles de personas sin servicio de energía eléctrica, informó este sábado la prensa local.

El fuerte temporal se desató la noche del viernes y agravó la situación de emergencia que en la semana había decretado Defensa Civil en toda la región. La ciudad más afectada fue Igrejinha, ubicada en una zona serrana a 83 km de Porto Alegre, la capital de Rio Grande do Sul.

Según Defensa Civil y el cuerpo de bomberos, varias casas fueron arrasadas por deslizamientos de tierra: cinco personas murieron en el hecho, tres están desaparecidas y cuatro fueron rescatadas.

Otras poblaciones afectadas por las precipitaciones, que continuaron en varios puntos del Estado este sábado, fueron Fazenda Vilanova, Sapucaia do Sul, Santa Cruz y Novo Hamburgo.

Tres niños fallecieron enterrados bajo escombros en Novo Hamburgo. En Fazenda Vilanova, un agricultor murió cuando el galpón donde se refugiaba se derrumbó por las lluvias, que estuvieron acompañadas además por vientos de hasta 80 kilómetros por hora.

Otro hombre murió en Sapucaia do Sul, electrocutado por contacto con cables de alta tensión que cayeron al suelo.

Además 80% de la ciudad de Santa Cruz do Sul -a 155 km de Porto Alegre- se encontraba afectada por inundaciones, reportó la prensa local. Según Defensa Civil, el registro acumulado de lluvia en la región ha sido desde el viernes de 143 milímetros (cada milímetro equivale a un litro de agua por metro cuadrado).

El estado de calamidad sería decretado en las próximas horas. Por el momento, las autoridades no han determinado el número de damnificados

Hasta el mediodía del sábado, unos 64.000 usuarios estaban sin servicio de energía eléctrica, indicó el diario Folha de Sao Paulo en su sitio en internet.

El Instituto Nacional de Metereología (INM) pronosticó para el sábado más lluvias y fuertes vientos, y en algunas regiones incluso granizo.