Con satisfacción recibió la noticia del despido de los territoriales de la Intendencia, el consejero regional Eduardo Araya (PS) , quien presentó los primeros requerimientos en contra del equipo de Jacqueline Van Rysselberghe, al que calificó de “operadores políticos”.

De los 12 trabajadores directos de la reconstrucción, 5 incluso fueron pasados de honorarios a contrata, previo a la renuncia de la ex Intendenta, con aumento de sueldo incluido, según lo reveló en su momento el mismo consejero.

El militante socialista señaló que al presentarse el presupuesto de la región ante el Consejo Regional, en agosto del 2010, se aprobó la contratación de un equipo de reconstrucción, pero el trabajo en terreno demostró, que sólo cumplían el rol de operadores, por eso Araya valoró el término de sus contratos.

Quedan dudas, según el consejero, ya que la situación particular de Rodrigo Colarte, quien percibía 3 sueldos y pagos millonarios, y si bien pertenecía a este grupo, no se sabe si se encuentra en el listado de despidos.