La misión de apoyo al proceso de paz en Colombia de la OEA condenó el jueves el asesinato del indígena Hugo Ulcué, ocurrido el martes en el oeste del país, y calificó el hecho de “grave atropello a procesos organizativos de comunidades indígenas”, según un comunicado emitido en Bogotá.

“Este tipo de hechos presentan un grave atropello a procesos organizativos de comunidades indígenas y una grave amenaza al acceso de los derechos de las víctimas, por lo que instamos a las autoridades a esclarecer el hecho, encontrar a los culpables y establecer medidas preventivas para las comunidades”, señaló.

El organismo recordó que “el cuerpo sin vida del señor Ulcue fue encontrado el 12 de abril en Buenaventura -principal puerto sobre el Pacífico- luego de haber asistido a la conmemoración de los diez años de la masacre del Alto Naya”.

En Colombia viven 1,3 millón de indígenas, agrupados en más de 80 etnias que habitan principalmente en el norte, suroeste y los selváticos departamentos del sur del país.

Según un reciente informe de la oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos “los pueblos indígenas y comunidades afrocolombianas continúan sufriendo de forma desproporcionada la violación de sus derechos en el marco del conflicto armado”.