La OTAN y la Unión Europea (UE) se coordinaron el viernes en vistas a la operación humanitaria que preparan los europeos para ayudar a la población de la ciudad libia de Misrata, asediada desde hace casi dos meses por las fuerzas de Muamar Gadafi, informaron fuentes diplomáticas.

La OTAN y la UE decidieron mantener “en las próximas semanas en Bruselas” una “reunión informal sobre Libia a nivel de embajadores, con el fin de evitar doblones y ajustar sus actividades”, indicaron las fuentes en Berlín, donde los ministros de Relaciones Exteriores de la Alianza se reunieron con la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton.

Ambas partes “intercambiaron sus documentos preparatorios sobre Libia”, donde la OTAN junto, a otros países, como Qatar y Emiratos Arabes Unidos, lleva a cabo una campaña contra las fuerzas del coronel Gadafi para proteger a los civiles, agregaron.

Mientras los aliados tratan, con muchas dificultades, de minar las defensas del régimen libio con su operación “Protector Unificado”, Europa examina encargarse de una misión con fines humanitarios y medios militares específicamente para ayudar a los habitantes de Misrata (oeste), un bastión insurgente asediado y bombardeado por las fuerzas de Gadafi.

El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, admitió esta semana “no ver” a la alianza, a cargo de bombardear objetivos terrestres, “desempeñar un papel en asistencia humanitaria en Libia”, al estimar que podría ser fuente de “controversia”.

Por lo tanto, “apreciaría que la Unión Europea tomara las iniciativas” de esta naturaleza, afirmó Rasmussen.

La operación, todavía en preparación, prevé movilizar “varios centenares de soldados, como máximo”, con un presupuesto inicial de unos ocho millones de euros y estaría dirigida por un vicealmirante italiano, Claudio Gaudiosi, afirmaron a la AFP fuentes diplomáticas.

Grecia propuso por su parte su isla de Creta como plataforma logística para la misión.

De todas formas, la decisión de lanzar una operación humanitaria está pendiente sobre todo de que así lo pida las Naciones Unidas y en especial, su Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

Trípoli advirtió contra toda misión extranjera, al afirmar que cualquier “acercamiento al territorio libio bajo el pretexto de misión humanitaria” se topará con una “resistencia feroz”.