Fanáticos del uruguayo Peñarol desplegaron en la noche del martes la que aspiran sea la “bandera más grande del mundo”, una gigantesca enseña que ocupa una superficie de más de 15.000 metros cuadrados, y mide 309 metros de largo por 50 de ancho.

La bandera fue desplegada desde arriba hacia abajo durante un par de minutos antes de iniciarse el primer y segundo tiempo a lo largo de dos tribunas del estadio, abarrotado con más de 62.000 espectadores, y cubrió más de la mitad de su circunferencia.

Hace cuatro meses que un pequeño grupo de hinchas comenzó con la titánica tarea de fabricar la enorme bandera, para lo cual promocionaron rifas y vendieron camisetas hasta recaudar los 35.500 dólares necesarios.

Más de 350 personas fueron necesarias para transportar el martes la bandera, de 1.880 kilos, desde un galpón cuya ubicación fue mantenida en secreto “por seguridad”, dijo a la AFP Alexis Spinelli, uno de los organizadores de la iniciativa.

Los hinchas de Peñarol agotaron el lunes las entradas populares para presenciar el choque entre Peñarol y el argentino Independiente por Copa Libertadores, pero también el despliegue de la bandera, que consideran un momento “histórico”, que no saben cuándo se repetirá.

Spinelli admitió que será difícil volver a llevarla al estadio, dado que para desplegarla fue necesario sacar un tejido de alambre que separa las tribunas Ámsterdam de la Olímpica.

“Después del martes, la vamos a guardar ya va a haber otra oportunidad para llevarla”, confió.