Un sueño de larga o corta duración predice un mayor riesgo de obesidad, según un estudio de la Universidad Laval en Québec (Canadá) que se publica en la revista “SLEEP” y que reúne Orange.
El estudio se centró en 276 adultos de entre 21 y 64 años de edad, a quienes se les registraron las medidas de su constitución física y la duración de su sueño.
Los investigadores compararon los cambios en los índices de grasa entre tres grupos de participantes con un sueño corto (entre cinco y seis horas), medio (entre siete y ocho horas) y largo (entre nueve y diez horas). Los resultados mostraron que a lo largo de seis años quienes dormían durante menos y más tiempo ganaron 1,98 kilos y 1,58 kilos más respectivamente que aquellas personas con un sueño de duración media.
Las personas con periodos de sueño más reducidos y de más duración eran un 35% y un 25% más propensas a ganar cinco kilos, respectivamente, en comparación con quienes dormían entre siete y ocho horas.
Los investigadores señalan que el riesgo de desarrollar obesidad subía un 27% en quienes dormían más y un 21% en los que dormían menos en comparación con aquellas personas con una duración media en su sueño.
Según explica Jean-Philippe Chapul, autor del estudio, “nuestro estudio proporciona evidencias de que tanto los periodos de sueño largos y cortos predicen un mayor riesgo de ganancia de peso y grasa corporal en los adultos”.
Además, estos resultados enfatizan la necesidad de añadir la duración del sueño a la lista de factores ambientales que son prevalentes en nuestra sociedad y que contribuyen a ganar peso y a la obesidad”. Chaput indica que ya que la prevención de la obesidad es importante, incluir el asesoramiento sobre higiene del sueño además de fomentar el seguimiento de una dieta sana y la actividad física podría ayudar a controlar la epidemia de obesidad.