El ex ministro del Interior de Bolivia, Guillermo Fortún, detenido el miércoles en el aeropuerto de Lima y requerido por la justicia de su país por corrupción, será próximamente expulsado de Perú, dijo este viernes en rueda de prensa el presidente boliviano Evo Morales.

“La información que tengo es que ingresó ilegalmente a Perú y eso no pasa por la justicia, por fiscal o jueces, sino debía ponérselo en la frontera”, declaró Morales en conferencia de prensa en un aeródromo militar de La Paz tras retornar de la asamblea anual de las Naciones Unidas en Nueva York.

“En Bolivia casi cada mes pasa eso (de la expulsión): encontramos aquí peruanos indocumentados, algunos implicados en la delincuencia, se los detiene y los dejamos en la frontera”, graficó el mandatario.

El canciller peruano, José Antonio García Belaunde, había dicho previamente a medios en Lima desde la sede de las Naciones Unidas, donde se encuentra, que a Fortún “procederemos a entregarlo a las autoridades bolivianas”.

Morales deploró que Fortún “se escapó cuando debería defenderse legalmente ante la justicia” boliviana en el marco de una investigación judicial.

El político boliviano -arrestado el miércoles por la Interpol cuando iba a abordar un vuelo regular a Buenos Aires- está acusado de malversar 18 millones de bolivianos (unos 2,5 millones de dólares) durante su gestión como ministro de Interior durante la gestión del presidente Hugo Banzer (1997-2001).

A partir de esta acción judicial “llegó la hora de investigar a todas las personas que manejaron gastos reservados y no solamente debe ser con Fortún”, dijo el mandatario.

El gobierno de Evo Morales estimó en más de 200 millones de dólares los fondos de gastos reservados manejados sin control por las administraciones conservadoras de Banzer y su heredero tras su muerte, Jorge Quiroga, entre 1997 y 2002.

Otro ex alto funcionario de Bolivia, el ex gobernador de La Paz Luis Alberto Valle (1997 y 1999), yerno de Banzer, fue detenido y deportado a su país desde Perú en agosto pasado, acusado de malos manejos administrativos y financieros.

Tres ex altas autoridades ligadas al ex presidente liberal Gonzalo Sánchez de Lozada recibieron asilo político en Perú en mayo de 2009, lo que causó disputas entre La Paz y Lima.