El gobierno chino convocó el miércoles por quinta vez en una semana al embajador de Japón, para exigir la liberación del capitán de un barco pesquero chino detenido por los japoneses, mientras que la crisis diplomática entre ambos países comienza a preocupar a Estados Unidos.

Se trata de una cantidad “impresionante” de convocatorias que muestra la firme voluntad del gobierno chino de obtener la liberación del capitán Zhan Qixiong, indicó a la AFP un diplomático occcidental,

El barco y su tripulación habían sido capturados el 7 de septiembre pasado en una zona del Mar de China Oriental reclamada por ambos países.

El martes, los 14 miembros de la tripulación fueron liberados y el barco devuelto a China, pero Japón mantuvo detenido al capitán de la embarcación.

El viceministro de Relaciones Exteriores chino Liu Zhenmin se quejó de nuevo ante el embajador Uichiro Niwa por la detención “ilegal” del capitán del buque pesquero y reclamó su “liberación inmediata”, dijo el ministerio en su página web.

El miércoles, Estados Unidos intervino por primera vez en la crisis, pidiendo a China y Japón que “solucionen pacíficamente, a través del diálogo” sus diferencias.

Estados Unidos destacó de paso la alianza nipo-norteamericana, “piedra angular de la seguridad y la estabilidad en Asia”, lo que podría irritar aún más al gobierno chino.

El pesquero fue abordado cerca de un grupo de islas llamadas Senkaku en japonés y Diaoyu en chino, a medio camino entre Taiwán y Okinawa.

China, Japón y Taiwán se disputan la soberanía del archipiélago, zona propicia para la pesca y que contendría importantes reservas de hidrocarburos.

Los hechos han derivado en un incidente diplomático y el gobierno chino ha advertido que podría tener un impacto “grave” en las relaciones sino-japonesas.

Japón dijo que el asunto “sería tratado en conformidad con la ley japonesa, mientras que China advirtió que el incidente podía tener un “impacto grave” en las relaciones sino-japonesas.

Desde el inicio de la crisis, China anuló una visita de parlamentarios a Japón, prevista para este miércoles, y aplazó las conversaciones bilaterales sobre exploración de hidrocarburos en mar de China Oriental.

Japón consideró “muy lamentable” la suspensión de las discusiones sobre hidrocarburos.

Las autoridades han impedido que los nacionalistas chinos desencadenen un discurso antinipón en internet, aunque en los últimos días circulaba un llamado a manifestar frente al consulado japonés en Shanghai, este de China.

Por su lado, el diario japonés Asahi Shimbun daba cuenta de llamados a manifestar frente a la embajada japonesa en Pekín el miércoles, aniversario del comienzo de la invasión japonesa.

Más allá de los litigios marítimos, las relaciones entre China y Japón siguen marcadas, a pesar de la importancia creciente de sus vínculos económicos, por una gran desconfianza heredada de la guerra sino-japonesa.

La crisis actual es la primera verdadera crisis entre ambos países desde 2005, año en que se registraron manifestaciones antijaponesas, a veces violentas, en varias ciudades China debido a la revisión de los manuales japoneses de historia.

En 2006 se había registrado un nuevo pico de tensión debido a la visita del primer ministro de la época, Junichiro Yasukuni, al santuario de Yasujuni, que honra a criminales de guerra japoneses.