La principal organización indígena de Ecuador negó el lunes que pretenda derrocar al presidente Rafael Correa, tras anunciar que radicalizará su protesta contra un proyecto de ley del gobierno sobre el manejo del agua bloqueando carreteras.

“No he dicho que vamos a tumbar al gobierno”, aseguró el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), Marlon Santi, consultado por la AFP sobre versiones de prensa que le atribuían haber dicho que la movilización iría hasta deponer a Correa.

“Quieren tergiversarme y ponerme en contra de la opinión pública. Lo que le hemos pedido al gobernante, a los ministros, a todo el buró político es que se incluyan nuestras propuestas democráticamente”, añadió

Santi dijo que las manifestaciones continuarán este lunes en Quito en los alrededores de la Asamblea Legislativa, que tramita el proyecto en el segundo y definitivo debate, y, eventualmente, en el Palacio de Carondelet, sede de la presidencia.

“Llegaremos a Quito en la tarde, en el momento dado a la Asamblea Nacional o al Palacio de Gobierno”, sostuvo el dirigente en un diálogo telefónico desde la localidad de Cayambe (60 km al norte de la capital).

A comienzos de marzo pasado, Santi negó que un anunciado levantamiento contra el gobierno socialista fuera para derrocar a Correa, aunque admitió la posibilidad de impulsar un referendo para adelantar las elecciones presidenciales.

Los indígenas, 35% de la población ecuatoriana de 14,2 millones de personas -según cifras de sus representantes no confirmadas oficialmente-, participaron en la caída de los presidentes Abdalá Bucaram en 1997 y Jamil Mahuad en 2000.