Un atentado mató el viernes a por lo menos 31 personas en Kerbala, en el último día de una peregrinación a esa ciudad santa del chiismo situada a 110 km al sur de Bagdad, según un balance de fuentes oficiales iraquíes.

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Cuando más de un millón de peregrinos comenzaban a abandonar la ciudad, un obús de mortero cayó sobre la multitud, matando a 31 personas e hiriendo a 150, según un responsable provincial del Ministerio de Salud.

El gobernador de la provincia, Amal Eddin al Her, indicó que “el obús de mortero fue disparado desde una región agrícola al noreste de Kerbala y cayó en Kantarat al Salam”, a 3 km al este de la ciudad. El gobernador atribuyó el ataque a la red islamista Al Qaida, ayudada por simpatizantes del partido Baas del ex dictador Saddam Husein.

Otros dos atentados, cometidos por kamikazes, dejaron al menos 64 muertos y unos 250 heridos el lunes y el miércoles, durante esta celebración, que marca el aniversario del 40º día de la muerte de Husein, figura emblemática del chiismo, caído hace 13 siglos en una batalla que debía simbolizar el principal cisma del islam.

“Estas dos últimas semanas hubo 10 millones de visitantes, incluyendo a 100 mil extranjeros llegados de Irán, de los países del Golfo, Siria, Líbano, Tanzania, Estados Unidos, Noruega y Bélgica”, declaró a la AFP el gobernador de Kerbala.

Los peregrinos, vestidos de negro y llevando estandartes del mismo color con la imagen de Husein, desfilaron en procesión golpeándose el pecho o la cabeza en señal de arrepentimiento por no haber ayudado al nieto de Mahoma, muerto en 680 por las tropas del califa omeya Yazid.

Como la tradición exige que los peregrinos se dirijan a pie a Kerbala, el gobernador lanzó un llamado a los responsables de las provincias para que enviasen autobuses que les permitiesen regresar.

“La provincia no puede ocuparse del retorno de los peregrinos. Sólo tenemos mil vehículos del Ministerio de Transporte, mil del Ministerio de Defensa, mil del Ministerio de Salud, cien de la policía y cien de compañías privadas”, explicó.

Esta ceremonia de aflicción debía terminar alrededor del mediodía después de la plegaria del viernes.

La comunidad chiita fue también blanco de ataques el viernes en otro país, Pakistán.