El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, aseguró el lunes que mantendrá su ritmo de trabajo intenso y viajes por todo el país, tras sufrir una crisis de hipertensión la semana pasada que lo obligó a internarse una noche por agotamiento físico.

“Voy a continuar trabajando, voy a continuar viajando”, dijo Lula, de 64 años, en su programa semanal de radio Café con el Presidente.

“Falta un año de gobierno”, dijo el mandatario que concluye en diciembre su mandato presidencial. “Y yo soy la locomotora, tengo que trabajar en serio, tengo que trabajar más. Me voy a cuidar, pero continuaré trabajando porque soy el presidente”, indicó.

Lula dijo ser consciente de que “lo que ocurrió fue un aviso de que el cuerpo humano es una máquina (…) que un día puede tener un problema” pero también aseguró: “Tengo una salud muy buena”.

El presidente brasileño sufrió una crisis de hipertensión la semana pasada provocada por agotamiento físico, que lo obligó a internarse por una noche y pasar por exámenes médicos el fin de semana, además de suspender un viaje a Suiza, donde iba a participar del Foro Económico Mundial de Davos que lo premió con un reconocimiento al “Estadista global”.

“Me siento orgulloso de saber que en un lugar en el que en 2003 reinaba 99% de desconfianza sobre nuestro gobierno, ahora que termina el mandato me eligen estadista global”, dijo Lula, recordando que al inicio de su gobierno visitó Davos, cuando el mercado temía que aplicara una política muy izquierdista.

El presidente, con 80% de popularidad, está impedido por la legislación brasileña de competir por un tercer mandato consecutivo. Las presidenciales brasileñas serán en octubre.