Millones de asiáticos pararán sus vidas el sábado para recordar el día en que, cinco año atrás, un terremoto submarino desencadenó una ola devastadora que mató a más de 220.000 personas.

Francisca Cooper y su marido

Imagen: chicureo.com

En la provincia indonesia de Aceh, que perdió a casi 170.000 personas en el tsunami que sacudió Asia el 26 de diciembre de 2004, el sábado será un día de celebraciones solemnes y recuerdo de uno de los peores desastres naturales que el mundo recuerda.

Se rezarán oraciones en las mezquitas de esta devota provincia islámica, y al lado de las tumbas en la capital de Banda Aceh.

Escenas similares se repetirán en países como India, Sri Lanka y Tailandia, donde más de 50.000 personas murieron cuando el muro de agua aplastó a los pueblos costeros, desde Kalutara a Phuket.

Pero mientras los supervivientes recuerdan la muerte, los expertos avisan de que muchos países de la región siguen estando poco preparados para enfrentarse a otra ola asesina.

El tsunami de 2004 estuvo desencadenado por un terremoto de 9,3 grados en la costa de Sumatra, y los expertos están casi seguros de que otro de una magnitud similar golpeará a esta zona sísmica del planeta en un futuro.

Incluso una chilena, Francisca Cooper, perdió la vida en dicho tsunami. Junto a su marido vivían su luna de miel en el país asiático cuando se desató la tragedia.

Algunos países han desarrollado sistemas de alerta por sonido para prevenir los peligros inminentes, pero hacer que el mensaje llegue a las comunidades costeras, en especial a los niños, es todavía un reto.