Olena Kurilo resultó herida luego de que un misil cayera en su casa en Ucrania. La mujer no pudo recibir la ayuda médica necesaria y la fotografía de su rostro ensangrentado llegó rápidamente a internet, donde se convirtió en símbolo de la tragedia desatada en su país tras la invasión rusa.
La imagen de una mujer con el rostro ensangrentado como consecuencia de la caída de un misil ruso en su casa en Ucrania, se volvió viral convirtiéndose en un símbolo de la guerra. Se trata de Olena Kurilo, a quien Rusia acusa de “actuar”, algo que la mujer desmiente tajantemente.
“Soy víctima de un ataque con misiles”, indicó Olena, quien es profesora, con visibles heridas en su rostro.
Luego de que la imagen diera la vuelta al mundo, Rusia afirmó que la mujer se había pintado la cara con jugo de granada. Asimismo, la cadena de televisión estatal rusa RT, -hoy prohibida en Europa, EEUU y otros países por propaganda- dijo que había un “color antinatural de la sangre y vendajes demasiado limpios para las graves heridas que supuestamente recibió la mujer”.
La respuesta de Olena Kurilo a las acusaciones
Ante las acusaciones, Kurilo desmintió tajantemente al gobierno ruso y RT. “Soy una persona verdadera, no soy una falsificación. Muchos no creen la realidad de lo que está pasando. Creen que fue un montaje debido a informes falsos”, expresó Olena.
“Esto es lo que queda de mi ojo. No puedo ver con él. Un montón de pequeños escombros golpearon mi ojo”, manifestó la mujer, junto con indicar que mantiene sus esperanzas de poder recuperar la visión.
Kurilo, quien habla ruso y ucraniano, dijo que quiere ser escuchada y atendida por un especialista, pues no ha podido recibir la atención médica adecuada debido al conflicto.
“Me encanta Ucrania. No quiero la guerra. No quiero que haya asesinatos y muertes en la Tierra y en nuestro país o que mueran niños y civiles”, expresó.
La historia de Olena Kurilo
La mujer es de 51 años vivía en Chuhuiv, en la zona oriental de Járkov, al norte del territorio ucraniano. Sin embargo, Olena debió escapar de su hogar poco después de que un misil ruso impactara en su casa en el primer día de la invasión de Rusia.
La imagen de Kurilo con la cara ensangrentada y la cabeza vendada recorrió todo el mundo. Al ser consultada por algunos medios presentes en el lugar, la víctima expresó que “nunca pensó” que Rusia iniciaría la guerra.
El caso de Olena no es el único, puesto que la guerra de Rusia y Ucrania dejó cientos de heridos y miles de muertos, además de un gran número de personas que se vieron obligados a huir a otros países.
Cerca de 4.300 soldados rusos murieron desde el inicio de la invasión. Mientras tanto, Ucrania informó 352 civiles fallecidos y 1.684 heridos, pero el número de bajas en las tropas ucranianas aún no ha sido confirmado.
