Tras los incidentes por los conciertos de Daddy Yankee en Chile, experta explica ¿a qué se deben estas prácticas masivas y qué incita a la gente a romper las normas?.

El pasado martes 27 de septiembre se llevó a cabo el primero de 3 conciertos de Daddy Yankee en Chile, que terminó con cerca de 4.000 personas que entraron sin pagar, violencia contra parte del staff de seguridad y otros incidentes.

El gobierno llamó a los organizadores del evento a reforzar las medidas de seguridad, mientras que desde el municipio de Ñuñoa -comuna en la que se ubica el Estadio Nacional- sugirieron la cancelación de los conciertos restantes de no incluir mejores protocolos.

Durante el segundo show se vivió una situación similar, aunque esta vez las fuerzas policiales lograron dispersar parte de las avalanchas de gente con bombas de humo y lacrimógenas. Pero ¿por qué lleva al público a actuar así? ¿Y por qué es tanta gente la que se une al desorden?

Marianne Cottin, PhD en Psicoterapia y docente de la Escuela de Psicología de la Universidad Finis Terrae explica el fenómeno desde la psicología social.

“Básicamente, en todos los conciertos en masa, cuando se da una conducta que rompe con la norma. Siempre hay una semilla, en inglés se le llama ‘seed’, esta es una persona que inicia esta conducta a la que la multitud o el grupo de personas después puede o no unirse”, asegura.

Y así lo confirmaron los dichos del director de la productora Bizarro, a cargo de los conciertos, alegando que “hubo grupos organizados”. Por su parte, el gremio de espectáculos planteó que podría significar la instalación de una “lógica de turbas”.

“En segundo lugar, está esta multitud que se compromete con la acción de esta persona que llamamos semilla, entonces se produce este comportamiento en masa que es fuera de la norma”, señala Cottin, añadiendo que tiene que ver con un sentido compartido.

“Para que la masa de personas se comprometa con esto, como lo que pasó en el concierto de Daddy Yankee, se requiere que las personas modifiquen las normas que existen. En su mente que modifiquen ese ‘deber ser’, eso que es correcto y que tengan entonces un sentido de identidad compartido“, dice.

Daddy Yankee: el fenómeno musical con el que se identifican las masas

“Cuando, por ejemplo, las personas en masa hacen algo que es incorrecto, que es por fuera de la norma, hay básicamente 2 grupos. Un grupo que es el que se compromete con esta acción, que yo quiero lograr y tenemos el grupo externo. La identificación con el grupo es lo que hace más fácil comprometerse”, explica la experta.

Vale la pena romper las normas porque tenemos una misión en común, aunque sea fuera de norma”, agrega. Asimismo, señala que “estos comportamientos en masa no son específicos de la cultura chilena, ocurren en todo el mundo”.

La semilla

Además, comenta que el rompimiento de las normas también tiene que ver con los rasgos de las personas que adoptan el rol de ‘semillas’.

“Las personas que tienden a ser semilla o que tienden a romper con la norma tienen más de un rasgo antagonista. En general son personas que les cuesta inhibir el hacer las cosas como quieren hacerlas, y eso implica entonces un rompimiento de la norma”, detalla.

“También son personas más impulsivas y en alguna medida también puede haber rasgos de personalidades más narcisistas, en el sentido de que ‘yo me merezco esto"”, agrega.

“Se mezcla un poco también con actitudes más morales, por ejemplo ‘las entradas a este concierto son demasiado caras y no debiesen ser tan caras, como esto es injusto, yo me merezco pasar a otro nivel"”, concluye.

La psicología de las masas

También es cierto que, de acuerdo a Gustave Le Bon, autor de Psicología de las masas, en este grupo de personas “la personalidad consciente se esfuma, los sentimientos y las ideas de todas las unidades se orientan en una misma dirección”.

En otras palabras, “se forma un alma colectiva, indudablemente transitoria, pero que presenta características muy definidas”.

“La colectividad se convierte entonces en aquello que, a falta de otra expresión mejor, designaré como masa organizada o, si se prefiere, masa psicológica. Forma un solo ser y está sometida a la ley de la unidad mental de las masas”, añade.

Los individuos pierden su alma individual, su identidad, y se convierten un uno más de esta masa amorfa que toma el control.