De acuerdo a un informe emitido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 2015, el autocuidado responsable permitió prevenir los casos de infartos y de diabetes tipo 2 en un 75%, así como reducir los casos de cáncer en un 40%.

Cada 24 de julio se celebra el “Día Internacional del Autocuidado”, con el objetivo de promover y mantener nuestra salud física y mental, potenciando un la concientización de nuestro bienestar.

Esta fecha busca fomentar estilos de vida saludables, y realizar chequeos preventivos, con el fin de mejorar nuestra calidad de vida. Cosas que aunque podrían parecer muy sencillas, siempre las aplazamos.

La Teoría del Autocuidado fue creada en 1994 por Dorothea Orem, una enfermera e investigadora estadounidense, y es definida como una actividad aprendida orientada al bienestar personal y colectivo.

De acuerdo a un informe emitido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 2015, el autocuidado responsable permitió prevenir los casos de infartos y de diabetes tipo 2 en un 75%, así como reducir los casos de cáncer en un 40%.

Y aunque la fecha fue ayer, nunca es tarde para poder darnos un impulso en la dirección correcta y continuación te aconsejamos algunos datos claves que deberías considerar.

Dormir:

Lo recomendable para los adultos, es hacerlo entre 6 a 8 horas diarias, para mantener cuerpo y mente en forma óptima.

Entre otras cosas, dormir ayuda a la memoria. Durante el sueño ocurre un proceso llamado consolidación, que es cuando el cerebro procesa los recuerdos que adquirimos durante el día para rememorarlos a largo plazo.

También es importante para regular el peso. Un estudio realizado por académicos de la U. Estatal de Michigan (Estados Unidos) y la U. de China, que fue publicado en 2017, concluyó que el dormir al menos 8 horas al día contribuye a que disminuyan nuestras ganas de comer alimentos poco saludables o, como son popularmente conocidos, “chatarra”.

Asimismo, un estudio de 2010 determinó que quienes dormían 6 horas o menos durante la noche, podían tener mayor riesgo de sufrir un ataque al corazón u otras enfermedades relacionadas a este órgano.

Mientras que descansar más de 6 horas también puede ayudar a mantener la presión sanguínea regulada y a reducir la inflamación, indica Health.

De acuerdo a MedlinePlus, dormir lo suficiente también puede ayudar a que se refuerce nuestro sistema inmunitario, que es el que nos protege de los virus y bacterias, porque durante el sueño se potencia la creación de citoquinas, una hormona que es vital para dicha función.

De este modo, el buen dormir puede ayudarnos a prevenir enfermedades, o a mejorarnos con mayor rapidez si ya estamos enfermos.

Adiós a la comida chatarra, hola frutas y verduras:

Por más fácil y rico que parezca, la comida chatarra trae al cuerpo una serie de consecuencias a largo plazo, algunas de la cuales ni siquiera se notan.

De hecho, en 2010, un estudio reveló que esa comida ¡es una adicción! La investigación realizada por la revista científica “Nature Neuroscience” comprueba que la persona que come chatarra en exceso siente lo mismo que el sexo produce a los ninfómanos o la cocaína a los cocainómanos, ya que tienen casi idénticas reacciones cerebrales.

Lo anterior se refiere a la activación de la dopamina, hormona y neurotransmisor generado por el cerebro en reacción a estímulos excitantes, de acuerdo a lo publicado en El Comercio.

Según Paul J. Kenny y Paul M. Johnson, creadores del estudio que fue realizado en ratas de laboratorio, la comida chatarra crea un equilibrio químico en el cerebro igual al de otras sustancias adictivas, por lo que sería muy difícil de dejar de un día para otro.

Pero no todo está érdido. Si bien existen varios consejos para dejar de ingerir comida chatarra cuando estamos bajo estrés, hay un “truco” que te permitiría evitar esta conducta.

Según Nikki Ostrower, nutricionista y fundadora de NAO Wellness consultada por The Huffington Post, la clave es comer alimentos que se parezcan a los picoteos favoritos, pero que sean más nutritivos.

“Si buscas la textura crujiente de las papas fritas, prueba con un puñado de almendras. En vez de dos copas de vino, tómate una de vino y otra de té, que además tiene propiedades tranquilizantes”, indicó. A ello, agregó que “En vez de pasarte con el café, tómate una taza de té matcha, que tiene antioxidantes y favorece la concentración sin subirte la ansiedad”.

Si buscas complementar este truco con otras formas de reducir la ansiedad por alimentos “pesados”, Magdalena Cadet, reumatóloga de la Escuela de Medicina de la Universidad Drexel en Filadelfia (EE.U.), dice que una buena idea es elegir alimentos ricos en zinc, ya que estos reducen los niveles de cortisol; magnesio, ya que facilitan la relajación y el sueño; y vitamina E, pues reducen el estrés oxidativo en el cerebro. “Las pipas -semillas, como las de girasol- y las legumbres son gran punto de partida”, indicó.

Haz ejercicios:

El ejercicio es clave en la vida saludable, pero si no está en tu naturaleza llevarlo a cabo, un estudio lanzado a principios de este año, afirmó que acciones como limpiar la casa o jugar con una mascota, también sirve y que además puede reducir el riesgo de muerte por cardiopatía o cáncer en personas sedentarias.

La investigación, realizada por la Universidad de Sídney y publicada en la revista Nature Medicine, segura que la clave está en pequeñas ráfagas de apenas un minuto de ejercicio intenso durante las rutinas diarias.

“Este es el primer estudio con wearables (prendas inteligentes, como un smartwatch) centrado específicamente en los efectos sobre la salud de la actividad física que se realiza como parte de la vida diaria”, explicó el doctor Emmanuel Stamatakis, uno de los autores de la investigación, en entrevista con El País.

El científico recalcó la importancia de investigar cómo las personas que no hacen ejercicio regularmente pueden encontrar beneficios, incluyendo actividad física en sus tareas y rutinas diarias.

Esto, debido a que más del 70 por ciento de las personas de mediana edad en todo el mundo no hacen suficiente ejercicio.

Realizar chequeos preventivos:

Los exámenes anuales son la mejor manera de estar atentos a las señales de nuestro cuerpo. Para las mujeres adultas, una visita al ginecólogo puede marcar una diferencia, algo que también ocurre con los hombres y el examen de próstata.

El cáncer de mama es el más frecuente en la mujer y la primera causa de muerte por cáncer a nivel mundial. El 70% que lo desarrolla no presentan factores de riesgo identificables, lo que hace que mantener la alerta frente a esta patología, con la finalidad de detectarla a tiempo, sea clave.

Para esto, la Corporación Nacional del Cáncer (CONAC) recomienda que desde los 40 años -edad en que el riesgo de padecer cáncer de mama aumenta- las mujeres establezcan un programa sistemático de chequeo, que incluya:

– Examen clínico especializado y mamografías
– Auto palpación regular entre controles

No obstante, para aquellas mujeres que cuentan con antecedentes familiares de cáncer de mama, lo aconsejable es partir con mamografías de control entre los 30 y los 35 años.

Lo importante es saber que la auto palpación regular y unos hábitos de vida sanos pueden reducir el riesgo de cáncer de mama.

El caso de los hombres no es muy diferente. “Es necesario seguir fomentando el examen preventivo, debido a que es una enfermedad que no presenta síntomas y que con el envejecimiento de la población se hace más frecuente“, asegura Felipe Balbontín, Urólogo y Presidente de la Corporación Chilena contra el Cáncer de Próstata.

“Las mejoras en los diagnósticos y el avance de la ciencia, ayudan a mejorar las expectativas de llevar una vida normal si el cáncer es tratado a tiempo. Un diagnóstico oportuno permite el uso de tratamientos mínimamente invasivos”, añadió.