La presión arterial alta o hipertensión arterial, es una enfermedad frecuente, en la cual la sangre ejerce fuerza sobre las paredes de las arterias y que con el transcurso del tiempo, puede ocasionar problemas de salud como alteraciones cardíacas si es que es lo suficientemente alta.

Se puede tener presión arterial alta durante años sin tener ningún síntoma. Aún en estos casos, el daño a los vasos sanguíneos y a tu corazón se sigue produciendo y puede detectarse. La presión arterial alta no controlada aumenta tu riesgo de graves problemas de salud, como son el ataque cardíaco y el accidente cerebrovascular.

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Si bien esta enfermedad no presenta síntomas específicos, existen algunos que podrían ser una alerta eventualmente. Por ejemplo, algunas personas con presión arterial alta pueden presentar dolor de cabeza, dificultad para respirar o sangrado nasal recurrente.

Según un estudio de la Clínica Mayo, se desarrolla durante años hasta que los síntomas puedan ser percibidos con algún tipo de gravedad. Pese a esto, la detección de esta afección es rápida y su tratamiento no representa mayores complejidades.

Tratamientos

Para tratar la hipertensión, existen fármacos que ayudan a disminuir la presión arterial, además de algunos ejercicios que facilitan una mejor circulación sanguínea, como salir a caminar diariamente.

Pese a lo anterior, un estudio de la Universidad de Saskatchewan (Canadá), demostró que el estiramiento o elongación es mucho más funcional para disminuir la presión arterial alta, que los minutos de caminata.

La investigación, publicada en la Revista de Actividad Física y Salud, plantea que el estiramiento debe ser parte de un plan de tratamiento integral para las personas que luchan con hipertensión.

El profesor de kinesiología, Dr. Phil Chilibeck y coautor del estudio, explicó al medio EurekAlert! que “todo el mundo piensa que el estiramiento se trata sólo de estirar los músculos, pero cuando estiras tus músculos, también estás estirando todos los vasos sanguíneos que alimentan el músculo, incluidas todas las arterias. Si reduces la rigidez de tus arterias, hay menos resistencia al flujo sanguíneo”.

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Si bien hay estudios anteriores que han demostrado que la elongación puede reducir los riesgos de hipertensión, la investigación de la universidad canadiense es la primera en comparar la caminata con la elongación.

Sin embargo, el kinesiólogo es enfático en decir que “no quiero que la gente salga de nuestra investigación pensando que no debería estar haciendo algún tipo de actividad aeróbica. Cosas como caminar, andar en bicicleta o esquiar de fondo tienen un efecto positivo sobre la grasa corporal, los niveles de colesterol y glucemia”.

El kinesiólogo agregó que “cuando te estás relajando por la noche, en lugar de simplemente sentarte en el sofá, puedes sentarte en el suelo y estirarte mientras miras la televisión”.

Ahora, Chilibeck junto a un equipo investigador, buscan ampliar este estudio más allá de la medición de la presión arterial, con el fin de explorar algunas de las razones fisiológicas detrás de por qué el estiramiento reduce la presión arterial con incidencias en la rigidez arterial y los cambios en el sistema nervioso del cuerpo como resultado de este ejercicio.

Estudio científico
Este artículo se basa en un estudio científico que puede ser sometido a nuevas pruebas para ser validado o descartado. Sus resultados NO deben considerarse concluyentes.