A horas de que se realice este viernes en Concepción una nueva evaluación sobre los estudios que se han hecho desde que el Puente Ferroviario sobre el río Bío Bío quedara inutilizado el 9 de diciembre pasado, Tomás Guendelman conversó con Bìobiochile para exponer sus conocimientos sobre el añoso viaducto y proyectar un posible escenario.

El premio nacional del Colegio de Ingenieros, ex presidente del Instituto de Ingenieros de Chile, y miembro de la Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales, Tomás Guendelman, está mandatado por la Empresa de los Ferrocarriles del Estado (EFE) para determinar la capacidad estructural del puente ferroviario, una vez se tengan a la vista todos los análisis encargados a diferentes entidades.

Sobre la contingencia, que mantiene fuera de servicio el viaducto, aseguró que lo primero que hay que hacer es arreglar la cepa 11, dañada en dos de sus pilotes probablemente por el impacto de un tronco de un metro de diámetro y cinco de largo, y que lo dejó con una estabilidad precaria.

Consultado por otras posibles causas del daño en la cepa, afirmó que es un hecho concreto que el tronco estaba atravesado y que había dañado dos pilotes, el 3 y 4, entonces es prematuro suponer que no fue el causante.

Estima que eso se puede recuperar fácilmente, pero debe ir acompañado de un catastro de daños general que se prevé para febrero con una empresa canadiense, y en función de eso evaluar qué se va a hacer en definitiva, sin embargo, indicó que es muy difícil hacer un pronóstico.

En 2021, Tomás Guendelman hizo un estudio del puente para justificar la construcción del nuevo viaducto, es asesor de EFE en ese tema y revisor del proyecto.

Se presume, dice, que esa obra estaría construida en noviembre de 2025, lo cual deja en una situación precaria al actual viaducto, pues no se puede trasladar carga, preocupación principal a su juicio, pues no tiene alternativa para llegar a Coronel si no es por el puente, en cambio, los pasajeros, pueden usar la carretera.

Este viernes se realizará en Concepción una extensa reunión a partir de las 09:00 horas, organizada por el presidente de EFE y el gerente general, para estudiar el problema. Tomás Guendelman asistirá por videoconferencia.

Afirmó que no se trata de opiniones, sino de estudios, de antecedentes, de meterse a fondo realmente debajo del agua para ver cómo están los pilotes, un trabajo de buceo en que ya se ha avanzado bastante.

El ingeniero comentó sobre las cepas del lado norte del puente, que desde Concepción se llega hasta la cepa 13, pero luego el río tiene una profundidad muy baja -60 centímetros- y ya no se puede bucear, entonces se usan técnicas diferentes que son las que aportaría el grupo canadiense.

“Es un anciano, y un anciano se puede morir de un resfrío”

El ingeniero civil estructural señala que todos los involucrados analizarán si es factible reponer la carga, pues el tráfico está suspendido del todo porque es peligroso, y explicó que en la cepa 11 se produjo un descenso de 16 centímetros que lo notó primero un maquinista del Biotren, cuando se desplazaba por el puente.

De todas maneras, y sobre la posibilidad de que justamente las obras del nuevo puente hayan influido, reconoció que todo es posible en este minuto, pero lo más cierto de todo lo que se pueda decir es que es un puente de 130 años.

“O sea, en términos humanos, un anciano, y un anciano se puede morir de un resfrío, echarle la culpa al resfrío, no, es el resfrío más los 130 años”, ejemplificó Tomás Guendelman.

Es probable que los niveles de reparación por terremotos pasados no hayan sido completos

En favor del puente, Tomás Guendelman rescató que es una estructura que resistió todos los terremotos que ha habido en el país en 130 años, incluido el destructivo movimiento de Valdivia en 1960 y el de 2010. Es un puente que fue bien diseñado, aseguró, y que satisfizo todos los requerimientos, pero es probable que los niveles de reparación por los daños que experimentó en sismos pasados no hayan sido completos, porque es difícil buscar problemas bajo el agua.

“Ahora se han puesto las pilas, y que bien que se las hayan puesto”, comentó acerca de todos los estudios que se están realizando desde que se detectó el problema, y sentencia que “si es recuperable, a costos razonables y en tiempos razonables vale la pena hacerlo”, pero si demora tres años el arreglo no vale la pena, en ese caso sería más conveniente aplicar intensidad a las tareas del puente nuevo.

Último estudio demostró que el puente es vulnerable a terremotos fuertes

El último estudio estructural del puente ferroviario también lo hizo Tomás Guendelman, y éste demostró que era vulnerable a terremotos fuertes, lo que hoy asegura que no es un descubrimiento muy sofisticado, pues ante terremotos fuertes todo es vulnerable.

“Era lo que se podía esperar, con los datos disponibles”, enfatizó.

Tomás Guendelman afirmó que la carga se restringió un poco desde la fecha en que se emitió ese informe, circulando menos tonelaje y trenes más pequeños. Cree que volver a ese escenario ya sería un avance, si es que la cepa 11 se puede recuperar y se detectara que de la 1 a la 13 también se pueden asegurar condiciones de seguridad.

Pensar en un siniestro con vidas humanas

A su juicio, el tema más delicado en este momento para la toma de decisiones es la carga de pasajeros, ya que se debe pensar en eventuales siniestros, y un siniestro con vidas humanas es muy distinto de uno con materiales.

“Uno es pérdida de vidas y el otro es pérdida de plata”, indicó el ingeniero.

Deslizó que la alternativa de que los pasajeros hagan un trasbordo y se vayan en bus por el puente, no es tan traumático, en cambio, en términos de carga, hay cuatro empresas hoy que están dependiendo del suministro que les llega por tren, y eso es complejo.

Desde que se presentó la contingencia hace ya casi un mes, EFE Sur ha estado entregando prácticamente a diario informes sobre la operación del Biotrén y los trabajos en terreno. En el último se indica que se evaluará en enero si se continúa con una o dos batimetrías a la semana para evaluar el comportamiento del fondo del río.

También se precisó que el escaneo láser se extenderá al puente completo una vez a la semana, y se mantendrá el escáner día por medio en la zona afectada. De igual modo, la empresa INES Ingenieros Consultores de España, encargada de realizar la revisión del puente para determinar eventuales falencias, realizará operaciones con drones, robot subacuático y personal altamente especializado.

Según EFE Sur, las conclusiones sobre la estructura adyacente y general estarán dentro del plazo comprometido, originalmente, de 30 días.