Desde el Consejo Constitucional, la presidenta Beatriz Hevia se refirió a la votación de enmiendas y a la diferencia "legítima" que existe entre los sectores. En ese sentido, aseguró además que el texto "puede sufrir modificaciones".

La presidenta del Consejo Constitucional, Beatriz Hevia, se refirió a la votación de las enmiendas para el anteproyecto de Constitución.

En ese contexto, la representante del Partido Republicano indicó a Mesa Central que las diferencias son legítimas y que la importancia está en cómo se procesan.

“No sólo basta de que una mayoría quiera pasar máquina, sino que necesitamos también una minoría que esté abierta a lograr esos acuerdos de los que tanto se hablan”, dijo.

Esto para que, al presentar propuestas de unidad de propósito, “los otros estén dispuestos a decir esto me gusta, esto no me gusta, me gustaría mejorar esto, que haya espacio para ese tipo de actitudes”.

Agregando que la apertura a los acuerdos debe ser real, “que estemos dispuestos a escuchar y que estemos dispuestos a entender que me está proponiendo la otra parte”.

“De repente da la impresión de que se buscan más obstáculos de criticar que haya propuesta de enmiendas de unidad de propósito sobre las que trabajar, más que ponernos a trabajar sobre las unidades de propósito”, comentó. .

A continuación, Hevia aseguró que espera “que todas las bancadas seamos capaces de asegurar para poder llegar con un buen trabajo”.

Consejo Constitucional: las diferencias en la votación de enmiedas

En cuanto a las diferencias que existen dentro del órgano constitucional, la consejera dijo que existen “diferencias que son naturales, legítimas y obvias”.

Aún así, destacó que “el problema no está en que esas diferencias existan, sino en cómo las procesamos, en que seamos respetuosos de esas diferencias, que entendamos que son diferencias legítimas”.

“No por eso un sector está pasando máquina, sino más bien está ejerciendo, en los momentos en que no se logró llegar a acuerdo, la mayoría que democráticamente fue obtenida”, añadió.

Finalmente, Hevia concluyó que la importancia radica en que la propuesta sea un texto que haga sentido a los chilenos.

“Nada de lo que se está aprobando (…) está escrito en piedra, el texto puede sufrir modificaciones en el pleno y el texto puede sufrir modificaciones por los expertos nuevamente”, concluyó.