Un hombre australiano de 25 años, Anthony Harvey, recibió una histórica sentencia en el oeste de dicho país tras ser condenado por el homicidio de 5 integrantes de su familia: su esposa, su suegra y sus 3 hijos.

Por los violentos crímenes, el juez Stephen Hall de la Corte Suprema de dicho país dictó una sentencia de por vida contra Harvey, ordenando que “no sea liberado jamás”. Dicho artículo fue incorporado en la legislación sobre homicidios en 2008, y el hombre se convirtió en el primer criminal de Australia del Oeste en quedar sujeto a éste.

Bajo las leyes estatales, los condenados pueden pedir la libertad condicional cada 3 años tras cumplir su período, recurso al que Harvey no podrá acceder. En palabras del juez, “no hay ningún otro caso que sea realmente comparable”.

Se quedó 5 días con los cadáveres

Según detalló ABC, el hombre asesinó a su familia en Perth con cuchillos y un tubo, escribiendo sus crímenes en un diario y quedándose 5 días con los cadáveres.

Su mujer, de 41 años, fue la primera víctima, siendo golpeada con el tubo cuando regresaba de un turno nocturno en un supermercado local, tras lo cual fue apuñalada. A ella le siguieron sus hijas, una de 3 años y dos gemelas de 2 años, quienes murieron mientras dormían. El hombre también las apuñaló, llegando a sufrir una de ellas hasta 38 heridas.

Finalmente, la mañana siguiente, atacó a su suegra de 73 años de la misma forma que a su esposa.

Durante los 5 días que se quedó con los cuerpos, los fotografió tras cubrirlos con frazadas y flores. Trasladó también a la mujer a la habitación de sus hijas, donde las acomodó juntas para que parezca que se abrazaban, rodeadas por los juguetes favoritos de las pequeñas.

Además, escribió cartas para ellas asegurando que las amaba, y pidiendo perdón por haber “perdido la cabeza”.

Según detalló el medio de habla inglesa, Harvey finalmente vendió cosas suyas y joyas de su esposa, retiró dinero de la cuenta bancaria de ella, y se dirigió a la casa de sus padres donde confesó sus crímenes. Fueron ellos quienes llamaron a la policía.

“Lucho para encontrar las palabras”

El juez Stephen Hall dictó la sentencia hablando directamente a Harvey, expresando que “francamente, lucho para encontrar las adecuadas para describir la magnitud de tus ofensas”.

“Tus acciones están mucho más allá del límite de la conducta humana aceptable, que inculcan horror y repugnancia incluso en las más duras de las personas”, dijo Hall, agregando que “es necesario dar la orden de que nunca seas liberado, para satisfacer el interés de la comunidad sobre el castigo y la disuasión”.

Todo esto, argumentando que Harvey mató a su familia “de una forma excesivamente brutal”, lamentando que las niñas eran “demasiado jóvenes” y que “su potencial para crecer y lograr cosas y tener sus propias familias fue truncado por tus acciones”.