Abdelfatah Al Sisi, el presidente egipcio que fue reelegido para un tercer mandato, está empecinado en completar uno de sus grandes anhelos: una nueva capital en pleno desierto, creada desde cero, a la que quiere trasladar las instituciones más importantes del Estado.

El pasado martes Al Sisi tomó posesión en una simbólica ceremonia que sirvió para inaugurar la primera fase de la Nueva Capital Administrativa.

Se trata de un ambicioso proyecto urbanístico impulsado por el gobierno nacional cuyo objetivo es trasladar la capital administrativa a una nueva ubicación a las afueras de El Cairo.

Tal como detalla Europa Press, el objetivo es mover en una primera instancia las instituciones para que paulatinamente vaya acogiendo a más población. Así, esperan, ayudar a descongestionar la actual capital, ciudad que cuenta con alrededor de diez millones de habitantes.

La ciudad tendrá una superficie aproximada de 730 kilómetros cuadrados, lo que la convertirá en una de las más grandes del mundo. La idea es que albergue los ministerios y edificios oficiales, así como las embajadas extranjeras.

A su vez, está pensada -en el papel- para que en ella residan entre 18 y 40 millones de habitantes. Contará con un aeropuerto internacional, 18 hospitales, 2.000 centros educativos, 1.250 mezquitas e iglesias, 40.000 habitaciones de hotel y numerosos centros comerciales.

También se tiene considerado construir un parque de ocho kilómetros cuadrados y un río artificial.

De acuerdo a La Nación, desde que asumió el poder, Al Sisi ha llevado a que Egipto derroche numerosos recursos en infraestructura, especialmente a través del Ejército, que según él es esencial para el desarrollo económico del país.

Bloques de apartamentos en el distrito residencial de la nueva capital administrativa de Egipto, visto el 31 de julio de 2023 #
Bloques de departamentos en el distrito residencial de la nueva capital administrativa de Egipto

El mandatario, quien prometió impulsar “un Estado moderno y democrático”, lleva una década en el poder y su nuevo mandato se extenderá hasta 2030. Esto, gracias a enmiendas constitucionales que ampliaron la presidencia a seis años y que le dieron el pase libre para un tercer mandato.

El avance en las obras, eso sí, es un misterio para los propios egipcios. Portales como El Confidencial consignan que la nueva ciudad se está edificando en forma de radios y círculos para así ir ampliándose a medida que la población egipcia se vaya mudando.

Por lo pronto, el objetivo prioritario es terminar la primera fase del proyecto en 2030, etapa que abarca cerca de 161 kilómetros cuadrados. No obstante, los plazos y tiempos son más bien difusos.

Polémica inversión

El proyecto no ha estado exento de polémica. Su elevado coste, alrededor de 55 mil millones de euros, ha levantado la voz de alerta de diversos sectores.

De hecho, la urbe ha generado un aumento significativo en el endeudamiento público en un país en donde casi 30 millones de personas viven por debajo del umbral de pobreza y dos millones lo hacen con menos de un dólar al día, según la confederación internacional compuesta por 19 ONG Oxfam.

A lo anterior se suma otro detalle operacional: al estar enclavada en pleno desierto, requerirá de una gran cantidad de agua y energía para mantenerla.

De acuerdo a la cadena británica BBC, para esta nueva capital el gobierno creó una empresa pública -Nueva Capital Administrativa para el Desarrollo Urbano (ACUD)- en donde el 51% pertenece al Ejército, el cual también es propietario de los terrenos. El 49% restante de la sociedad corresponde al Ministerio de la Vivienda.

Construcción en el distrito comercial central de la nueva capital administrativa el 24 de julio de 2023 | The Atlantic

Otro tema que genera ruido es que los costosos departamentos no están pensados precisamente para el egipcio promedio. Jaled el-Husseini, un oficial del Ejército involucrado en el proyecto, reconoció a El País en 2018 que un apartamento de dos habitaciones se proyecta en un valor de 60.000 euros.

“El egipcio medio no lo puede pagar. Nos gustaría dedicar 20.000 apartamentos a viviendas sociales, pero no está decidido aún”, indicó en aquella oportunidad.

Cabe destacar que en los últimos seis años, desde que empezó el proyecto, el FMI (Fondo Monetario Internacional) ha otorgado a Egipto tres préstamos por un total de 20.000 millones de dólares.