El presidente Daniel Ortega afirmó este lunes que existe “una campaña de saña” contra Nicaragua y acusó a Estados Unidos y los países europeos de intervencionismo, en respuesta a las sanciones internacionales de las que es objeto su gobierno por el cierre de espacios democráticos y violación a los derechos humanos.

“Se ha lanzado un campaña con saña en contra de Nicaragua. Esa campaña recrudeció cuando el intento de golpe [de Estado] en abril del 2018” denunció Ortega, en alusión a las protestas opositoras que estallaron ese año contra su gobierno y que fueron reprimidas con un saldo de más de 300 muertos, según grupos humanitarios.

La comunidad internacional “habla continuamente que hay que llevar la democracia a Nicaragua cuando en sus mismos países son incapaces de respetar los principios de la democracia”, recriminó, durante un acto en la Plaza de la Revolución en Managua.

El mandatario, quien lleva 13 años en el poder, se refirió a las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea contra funcionarios de su gobierno por corrupción y violación de los derechos humanos durante las protestas de 2018 y la persistente persecución contra opositores nicaragüenses.

“Los países europeos fácilmente se prestan a ser también parte de la política intervencionista que ordenan los yanquis (…) Si el yanqui aplica una sanción, entonces ellos también aplican una sanción”, criticó Ortega.

¿Y “quién sanciona a los europeos, a los yanquis, quién los sanciona por la violación a los derechos humanos de sus países?”.

Acusó además a Estados Unidos de promover y financiar a “terroristas que se disfrazan de políticos demócratas” en Nicaragua, en alusión a la oposición política.

Nicaragua puso en vigor este lunes una cuestionada ley de agentes extranjeros, aprobada el pasado jueves por el parlamento con el voto mayoritario de los oficialistas, mediante la cual el gobierno controlará los recursos que reciben personas y organismos nicaragüenses del exterior.

Ortega fustigó así mismo de manera implícita el pronunciamiento del 15 de octubre de la Organización de Estados Americanos (OEA) que denunció la existencia de un “ataque sistemático a las libertades públicas, así como malos tratos y torturas a los presos políticos” en Nicaragua, donde la oposición contabiliza más de 100 disidentes detenidos.

“Dicen que los están torturando, que están muriendo, que tienen cocidos los labios. ¡Cuántas cosas inventan simplemente para crear una imagen negativa de Nicaragua ante los organismos internacionales manejados por los yanquis como la OEA!”, reclamó el mandatario.

También arremetió contra la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU), que el septiembre pasado alertó la “falta de avances” en la situación de los derechos humanos en Nicaragua.