El Tribunal Constitucional de Perú rechazó este martes una demanda de la oposición contra la disolución del Congreso, decretada el pasado 30 de septiembre por el presidente Martín Vizcarra.

Tras una deliberación de cuatro horas, cuatro de los siete magistrados del Tribunal votaron a favor de declarar infundada la demanda mientras que los tres restantes se pronunciaron por acogerla, lo cual constituye un triunfo político para Vizcarra.

Los magistrados votaron un informe preparado por su colega Carlos Ramos, quien propuso declarar infundada la demanda presentada en octubre por el jefe opositor del cesado Congreso, Pedro Olaechea, y declararon por mayoría que la decisión de Vizcarra se ajustaba a la Constitución.

“Así hemos obrado como Ejecutivo: cumpliendo los procedimientos administrativos, legales y constitucionales”, afirmó Vizcarra
poco antes de que votaran los magistrados.

Ramos señaló en su informe que la “disolución del Congreso no debe ser vista como anómala o antidemocrática”, pero tampoco debe ser de “uso reiterativo”.

El Congreso disuelto, elegido en 2016, era controlado por la oposición fujimorista y había mantenido maniatado al entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski hasta forzarlo a renunciar en marzo de 2018.

Sin embargo, el Congreso no logró dominar a su sucesor, Vizcarra, quien logró altos niveles de popularidad al enfrentar con energía al desprestigiado Parlamento. El 90% de los peruanos apoyó la disolución, según sondeos.

Junto con el decreto de cierre del Parlamento el pasado 30 de septiembre, Vizcarra convocó a comicios legislativos adelantados para el próximo 26 de enero.

Por primera vez, la audiencia del Tribunal -máxima instancia jurídica en Perú- fue transmitida en directo por la televisión.

“Este caso será el piloto de lo que se pretende impulsar en aras de la transparencia”, dijo la presidenta del Tribunal, Marianella Ledesma, al diario El Comercio.