Este viernes Gonzalo Ramírez y Carolina Escobar se quebraron en vivo en el Buenos días a todos al comentar una nota en la que se le preguntó a diversas personas respecto a qué le dirían a un cercano fallecido si pudieran volver a verlo por 30 segundos.

La mañana de este viernes la emoción se tomó el Buenos días a todos, llevando a las lágrimas a Gonzalo Ramírez y Carolina Escobar.

Todo comenzó con una nota en la que se le consultó a diferentes personas sobre qué le dirían a una ser querido que ya no está si pudieran volver a verlo por 30 segundos.

Luego de escuchar los testimonios, Ramírez era el encargado de tomar la palabra. Sin embargo, el comunicador rompió en llanto y no pudo hacerlo.

Fue así como tras varios segundos de silencio, su compañera de labores -quien también estaba sumamente emocionada- se encargó de continuar con el tema.

“Nos dijeron que iba a haber este espacio, que era la oportunidad para que todos dijéramos qué le diríamos a esa persona que se fue”, comenzó señalando.

Captura | TVN

“Para quienes nos ven, dentro de la nota hay compañeros, hay gente que comparte con nosotros todos los días, que uno ve bailar detrás de la cámara, que nos tiran pa’ arriba con un aplauso en la mañana. Que nos dicen ‘hoy es viernes, así que a darlo todo’. Hay editores”, agregó.

“Y ajeno a que tuvimos la suerte de que mucha gente se abriera y nos contara, esos son los que más te tocan porque los conoces. Porque nadie quiere que otro la pase mal, sobre todo con un tema relacionado con la muerte, que no tiene arreglo”, puntualizó.

“Me ha tocado trabajar años, tiempo, muchas horas con quien está sentado acá (en alusión a Ramírez). De verdad, creo que esto es emocionarse dos veces. Y mira que hemos informado, le ha tocado informar la muerte de otras personas, desastres naturales, le ha tocado estar ahí en momentos de mucho sufrimiento”, sostuvo.

“La primera fue acá, cuando lo hicieron hablar para el día del padre”, mencionó la animadora, añadiendo: “Ha contenido a mucha gente, pero no lo había visto nunca emocionarse por los que ya no están”.

“Yo creo que hoy tal vez ve que puede haber gente que quiere mucho y que se puede ir, y eso tal vez hace que mi compipa acá se me quiebre. Lo habíamos hablado temprano, le dije ‘tú vas a tener que hablar. Yo de los dos soy la llorona. Yo soy la que me emociono"”, remarcó.

Tras escuchar a su colega, Ramírez pudo finalmente tomar la palabra. “Tengo la mesa llena de moco. Gracias por la salvación. No podía hablar, perdón pero es que yo soy bien llorón“, reconoció.

“No me gusta mucho llorar porque encuentro que uno no está para hablar de uno. Perdón si se me salen las lágrimas, pero a veces se te sale la cadena. No siempre puedes estar contenido”, aseguró.

“Es súper fuerte cuando ayer el equipo nos dijo en la pauta ’30 segundos para decirle algo’. Como que no caché mucho la idea. Como que no le había tomado el peso. Yo creo a todo el mundo le pasa lo mismo y por Dios que nos cuenta hacer esa reflexión. Quizás cuántas veces a lo mejor fuimos a dejar una flor, fuimos al cementerio, pero no pensamos en tener ese momento mágico de poder tener ese sueño: poder conversar 30 segundos con esa persona”, contó.

Por su parte, Escobar explicó que el objetivo era escuchar los sentimientos de diferentes personas.

“La idea era que ustedes nos contaran, que ustedes pudieran tener esa oportunidad. Qué ganas de poder hablar con cada uno de ustedes y nos contaran la historia detrás. Muchos hablaron de su papá, de una hermana, de su marido”, dijo.