La actriz Ingrid Cruz (45) ha generado bastante repercusión en redes sociales por su papel de la detective Javiera en la nueva teleserie de Mega, Demente.

La trama partió este lunes con un portonazo en el que resultó robado un automóvil en el que estaba el pequeño Mateo, quien termina secuestrado. Sus padres, Teresa Betancourt (Paz Bascuñán) y Joaquín Acevedo (Benjamín Vicuña) intentan enfrentar esta situación mientras los cercanos se vuelven sospechosos.

En la historia, Javiera es la detective que trabaja junto al comisario Gonzalo (Francisco Pérez-Bannen) para dar con el paradero del menor.

La oficial, además, mantiene una relación lésbica con el personaje de la actriz Fernanda Ramírez. No obstante, un adelanto mostró que prontamente comenzará un amorío con Flavia Betancourt (Patricia Rivadeneira), quien está casada con Dante Covarrubias (Andrés Velasco).

En conversación con Meganoticias, la Cruz contó que ha sido “muy entretenido, el otro día fui tendencia. En mi vida había sido tendencia”.

“Lo primero que se me pasó por la cabeza fue ‘¡¿qué se filtró?!”
, continuó bromeando. “Pero después dije, ‘ah claro, tiene que ver con que estoy haciendo una lesbiana"”, aclaró.

Continuó manifestando que “eso es muy entretenido de poder ponerlo en la palestra, poder poner un tema de mujeres lesbianas adultas, no entre ‘lolerío’, sino que mujeres grandes que es distinto”.

Sobre su experiencia siendo detective, detalló que su personaje “tiene cierta destreza que la actriz no tenía, entonces tuve que aprender a pegar combos (…) creo que lo más difícil, por la línea de los policías que estamos haciendo, fue decir todo el lenguaje tan técnico que es un trabalengua. Uno queda como ‘¿sonó bien?’, porque son palabras demasiado difíciles que uno no las usa en el cotidiano”.

En una conversación previa con BioBioChile, Pérez-Bannen contó que para interpretar el papel, ha tenido que convertirse en un alumno, pues trabaja con el coach de investigaciones Javier Castillo. Dijo que “ha sido un apoyo fundamental en cada grabación”.

Afirmó, además, que lo difícil es llevar la historia desde el lado emocional y cómo no trasladar el sufrimiento de una familia a la casa, aunque sea ficticio.

“Hemos conversado con varios compañeros, sobre todo con quienes están en el núcleo más trágico, lo desgastador que es física, psicológica y emocionalmente asumir estas historias. Es un desgaste porque tu cuerpo y tu psiquis no se entera de que estás actuando (…) Cada uno va compartiendo las maneras en las que podemos recargarnos de energía y liberar estas tensiones y emociones que se generan en el rodaje. Es muy intenso”, señaló.