Fue en 2017 cuando en el reality Gran Hermano España los participantes pudieron disfrutar de una fiesta tras superar las pruebas semanales.

En aquella oportunidad, los jóvenes tuvieron la oportunidad de compartir bajo un distendido ambiente en el que se les permitió beber alcohol como recompensa.

Si bien en un comienzo todo se había desarrollado -supuestamente- bajo completa normalidad, un día después el equipo de producción decidió expulsar del encierro a José María López por “conducta intolerable”.

Junto a él, Carlota Prado, otra de las participantes, también dejó la casa estudio. No obstante, en su caso se aclaró que se debía a una medida tomada por orden de un equipo de psicólogos.

Aunque rápidamente comenzaron a surgir especulaciones en torno a lo que había ocurrido, nadie lo había confirmado, hasta ahora, cuando la joven aseveró haber sido violada por José María.

En conversación con el medio español El Confidencial, Pardo afirmó que el día de aquella fiesta, había comido poco, agregando que una vez en la fiesta sólo bebió “cuatro chupitos”. “Es decir, que no cojo una botella para mí sola y me hincho a beber”, aseveró la joven.

“Tengo lagunas mentales de aquella noche. Las imágenes en las que me encuentro en el salón, que he subido a mi cuenta de Instagram, no las recuerdo. (…) Se ve un forcejeo porque evidentemente no me gusta que me metan mano. Lo que está pasando en ese momento ya es suficiente como para tomar cartas en el asunto, algo que GH no hizo”, sostuvo.

En un video de aquel capítulo se ve a Carlota sentada en un sillón, mientras Jose María, con quien había comenzado una relación, se acerca y empieza a tocarla. Si bien ella se resiste, finalmente el la pone de pie y se van del lugar.

De acuerdo a su relato, a la mañana siguiente notó que su ropa interior “no estaba bien puesta”. Tras preguntarle al joven por lo que había sucedido, él le respondió que simplemente la cuidó mientras ella estaba inconsciente.

No obstante, posteriormente la organización le informó a Carlota que José María había expulsado. En ese momento, ella pensó que él se había visto involucrado en una pelea en la fiesta.

“Me dijeron que me tranquilizara y que tenía que ver unas imágenes. Y en ese momento me pusieron el video con lo que sucedió esa noche, sin avisarme de lo que estaba a punto de ver. No sé cuál es el procedimiento en estos casos porque yo no soy especialista, pero tendría que haber estado una persona a mi lado, un psicólogo o alguien que me ayudara a enfrentarme a esas imágenes tan duras”, sostuvo.

“Se ve perfectamente que se aprovecha de mí en la habitación y que yo estoy inconsciente. […] En palabras casi textuales, el auto de la jueza dice que se ve ‘clara, precisa y reiterada mi oposición’, a las acciones de esta persona”, añadió.

Junto con criticar la forma en que le presentaron las imágenes, Carlota indicó sentirse sorprendida por la manera en que la organización actuó en aquella oportunidad.

“No llego a explicarme cómo el programa lo permitió. Esto pasa a la una y media de la mañana y nadie irrumpió. Cada habitación de la casa tenía trampillas por las que el equipo del programa podía entrar de urgencia”, aseveró.

Si bien el programa informó a la Guardia Civil de los ocurrido, ella no quiso presentar una denuncia hasta hablar con su familia, la cual en ese momento no estaba en el país. La joven volvió al encierro, y una vez que resultó eliminada, decidió denunciar la supuesta violación. Desde entonces, afirma, ha recibido diversas críticas, siendo apuntada por algunos espectadores que la acusan de querer ganar dinero con lo ocurrido.

“Si supieses la cantidad de mensajes que he recibido con amenazas, insultos, vejaciones, humillaciones… Y eso que por suerte ha sido la edición menos vista del reality show”, sentenció.

El pasado 29 de agosto finalizó la fase de investigación, tras lo cual la Audiencia de Madrid desestimó tres recursos presentados por la defensa del acusado. A dos años de lo ocurrido, finalmente podría haber una sentencia.