La actriz australiana Rebel Wilson (40) tuvo un movido 2020. Vivió su “año de la salud”, como lo denominó, y logró llegar a su peso ideal de 75 kilos tras varias semanas de esfuerzo y entrenamiento. “Me gusta pensar que me veo bien en todos los tamaños”, dijo.

En octubre pasado, la actriz de Pitch Perfect y ¿No es romántico? (Netflix) ya había mostrado un notorio cambio físico y a fines de noviembre alcanzó su meta.

En conversación con la revista People sostuvo que “mi objetivo nunca fue ser delgada (…) No me concentro demasiado en los números. Aún me parezco a mí. Me encanta tener curvas y sigo siendo súper curvilínea, solo que en una versión más saludable. Ese era mi objetivo”.

Con eso en mente, añadió que “sólo trato de animar a todos a que sean la versión más saludable de sí mismos”. “Eso no significa necesariamente tener un tamaño más pequeño, solo significa no tener comportamientos poco saludables. Me gusta pensar que me veo bien en todos los tamaños“, dijo.

Wilson recientemente hizo noticia en la industria del espectáculo tras haber terminado su relación de cuatro meses con el empresario Jacob Busch. “Era un tipo increíble, pero no para ella a largo plazo”, dijo una fuente cercana a la intérprete al citado medio.

Para ella, no es necesario ir “a un centro de lujo para aprender” a estar mejor físicamente.

“Quería compartir todo lo que pudiera y todas las cosas que aprendí. Salir a caminar, comer más proteínas y solo estar agradecido (…) He aprendido a cambiar mi comportamiento lentamente y volverme más saludable y estoy orgulloso de mí misma, pero sigue siendo un viaje”.

En el programa The Drew Barrymore Show, a comienzos de noviembre, Wilson contó que “nunca me concentré realmente en mi salud, lo cual probablemente era obvio (…) y comía un montón de azúcar. Ese era mi vicio. Soy muy golosa, me encantan los postres”.

La fama fue uno de los factores que la llevó a subir de peso. “Hay mucho estrés que viene con eso y supongo que mi forma de lidiar con eso fue simplemente comiendo donas”, comentó.