Las empresas ligadas al rubro de la construcción aumentaron en un 59% sus utilidades durante el primer semestre de 2021, en comparación al mismo período del año anterior.

Según informa El Mercurio, las compañías inmobiliarias y constructoras registran utilidades por $39.664 millones. Por otra parte, sus ingresos tuvieron un alza del 28%, llegando a $984.000 millones.

El medio pudo llegar a estas cifras a través de los balances de SalfaCorp, Socovesa, Besalco, Ingevec, Echeverría Izquierdo, Paz Corp e Inmobiliaria Manquehue, los que fueron enviados a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).

Al hacer un desglose por cada empresa, SalfaCorp presentó $16.084 millones de utilidades, registrando un aumento del 286,4% anual. Entre los factores que pueden explicar esta alza, se encuentran los contratos a ejecutar a inicios de 2021, la mayor actividad industrial y los nuevos proyectos inmobiliarios, entre otros.

Asimismo, se reporta que las obras de ingeniería y construcción de la compañía rozan los $142.000 millones durante el segundo semestre de este año.

Por su parte, Socovesa incrementó sus utilidades en un 10%, pero sus ingresos disminuyeron un 18%. Según se explica, esta última cifra podría estar vinculada a las cerca de 900.000 UF que quedaron rezagadas al cierre del año 2019, lo que genera una base de comparación más elevada.

Besalco tuvo un incremento del 48% en sus ingresos; Ingevec, un 140%; y Echeverría Izquierdo, casi un 70%. Según reporta El Mercurio, esta última tuvo “importantes adjudicaciones de contratos de largo plazo” en el primer semestre de 2021, a través de su filial Nexxo.

En el caso de Paz Corp, sufrió una disminución del 49% en sus utilidades, lo que podría verse influenciado por las restricciones sanitarias que impone la pandemia y el elevado costo de los materiales.

Finalmente, cabe destacar que Inmobiliaria Manquehue se instala como la única compañía del sector de la construcción que sufrió pérdidas, las que llegan a $1.076 millones.

“El impacto de la pandemia para el grupo se ha concentrado principalmente en la postergación de la escrituración, producto de atrasos en las obras y la extensión de los plazos para obtener las recepciones municipales”, señalan.