¿Puedes imaginar que tus dispositivos médicos implantables se recarguen simplemente respirando?

Desde dispositivos que regulan el latido del corazón hasta aquellos que alivian el dolor, los implantes médicos juegan un papel crucial en la salud contemporánea. No obstante, un talón de Aquiles de estos dispositivos ha sido siempre su dependencia de las baterías, cuya duración limitada implica cirugías para su reemplazo.

Aunque pareciera un mal necesario, ¿qué pasaría si existiera una alternativa que ofreciera una solución a este dilema?

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Una solución a este problema podría llegar de la mano de los investigadores de la Universidad Tecnológica de Tianjin (China), que han abierto nuevos caminos con el desarrollo de una batería revolucionaria. Esta innovadora batería, alimentada por el oxígeno presente en nuestro cuerpo, promete una fuente inagotable de energía para estos implantes.

Publicado en la revista Chem, el estudio muestra cómo en modelos animales, específicamente ratas, este prototipo no solo proporciona energía de manera estable, sino que además es biocompatible.

“El oxígeno es la fuente de nuestra vida”, señala Xizheng Liu, líder del estudio y experto en materiales y dispositivos energéticos. “Si podemos aprovechar el suministro continuo de oxígeno en el cuerpo, la duración de la batería no estará limitada por los materiales finitos de las baterías convencionales”.

La batería que funciona con oxígeno

La tecnología detrás de la batería implica el uso de electrodos hechos de una aleación de sodio y oro nanoporoso, eligiendo el oro por su conductividad y compatibilidad biológica, y el sodio por ser un elemento esencial para el cuerpo.

Los electrodos de la batería pueden reaccionar con el oxígeno del cuerpo para generar energía, con experimentos que muestran que la batería de sodio-oxígeno (Na-O2) implantada en ratas producía voltajes de 1,3 a 1,4 voltios, suficiente para probar el concepto, aunque todavía no para alimentar dispositivos médicos avanzados.