Pettinellis, la recordada banda de Álvaro Henríquez, regresó a los escenarios con una nueva formación a la espera del lanzamiento de una canción inédita.
A 20 años del elogiado disco que los presentó en sociedad (con hits radiales, reminiscencias sesenteras y cincuenteras y una que otra polémica incluida), Álvaro Henríquez (1969) trajo de regreso a Pettinellis, la banda que formó en 2001 tras el quiebre con Los Tres y que en 2004 los llevó al Festival de Viña del Mar convertidos en un rotundo éxito popular, paradójicamente meses antes del anuncio de su disolución definitiva.
Sin Camilo Salinas, Nicolás Torres ni Pedro Araneda (los “Pettinellis originales”), Henríquez colmó el Teatro Coliseo en una noche donde dio cuenta casi por completo de aquel álbum homónimo y de algunas de las postales más recordadas del grupo, entre ellas sus tributos a Violeta Parra y Quilapayún, y cómo no el satírico sencillo donde el penquista se asomó al espíritu de la nación: “Ch bah puta la güeá”.
En total, 17 canciones en vivo y casi una hora y media de show en una jornada donde no faltaron sorpresas. La primera vino en “Hospital”, donde Álvaro Henríquez invitó al escenario a su sobrino Nicanor Henríquez, quien se hizo cargo de la guitarra acústica para una de las canciones más populares del catálogo.
La participación del debutante, sin embargo, no quedó resumida a eso: también fue parte de “Sexo con amor” (el hit de Pettinellis para la banda sonora de la película de Boris Quercia), y de “Arriba quemando el sol”, la reversión del clásico de Violeta Parra esta vez con Nicanor en guitarra eléctrica y en uno de los solos del tema.
Para el cierre (en su único regreso al escenario), y en vista del corto y reducido repertorio de Pettinellis, el líder de Los Tres ocultaba otra sorpresa: una versión pettinellesca de “Yendo de la cama al living”, el himno de Charly García, esta vez con Boris Ramírez en batería, Paolo Murillo en guitarra, Sebastián “Chiporro” Cabib en el bajo y Paul Cortés-Monroy en teclados. En rigor, los nuevos Pettinellis.
Vítores y algarabía permanente, además de inusitados coros en canciones que en su época no tuvieron circulación radial (y que ahora, sin embargo, se hacen escuchar como auténticos clásicos del rock chileno) fueron la constante del regreso capitalino de Pettinellis, que con una refrescante alineación repitió el éxito cosechado semanas atrás en el Festival Rec en Concepción.
Por ahora, y de acuerdo a palabras del propio Henríquez, se espera el lanzamiento de un nuevo sencillo del quinteto, que también podría ser el primer adelanto de un nuevo trabajo discográfico.
