Cuatro de los mineros que se encuentran hace tres días en el fondo de la mina Santa Ana, en la comuna de Curanilahue, debieron ser trasladados al Hospital por descompensación de su salud. Mientras, los otros 74 pirquineros decidieron bajar aún más y ahora se encuentran a 350 metros de profundidad.

La mina Santa Ana está a cinco kilómetros de Curanilahue. Allí hace tres días 80 mineros decidieron bajar a más de 300 metros de profundidad, porque no aguantan más sin el pago del sueldo de julio. Algo tan básico, como que les cancelen por lo que trabajaron.

Carlos Toloza es uno de los mineros, quien en el fondo del pique, en conversación con La Radio, contó que decidió quedarse luego de mirar su despensa y ver que no había casi nada para comer y que tampoco tenía plata para darle a sus hijos.

De acuerdo a lo señalado por el subdirector médico del hospital, Gonzalo Ojeda, las patologías presentadas por los cuatro trabajadores serían de origen común. Uno de ellos sufrió una descompensación producto de una hipertensión, un segundo un lumbago mecánico, mientras que un tercero se vio complicado por una afectación respiratoria alta.

El cuarto trabajador, que más tarde también tuvo que ser trasladado al Hospital de Curanilahue, donde se encuentran sus compañeros, sufrió una descompensación, según confirmó el presidente del sindicato.

Uno de los temas de fondo por lo que reclaman los mineros por el no pago de los sueldos, es que uno de las personas que se reconocen como propietarios, Rodrigo Danus, había hecho negocios con inversionistas españoles, que no habrían tenido los resultados esperados y que arrojaron pérdidas.

Los mineros aseguraron que permanecerán en el fondo del pique, hasta que resuelvan este problema, porque no pueden subir sin plata para llevar a sus casas.