La Dirección General de Aguas, ante una alerta de la Onemi, puede indicarle a las empresas a cargo de las centrales cómo operar para amortiguar los riesgos de crecidas en los ríos de la provincia de Bío Bío, esto ante la llegada del periodo de lluvias.

Así lo manifestó Gilda Grandón, directora regional de la Onemi, quien sostuvo que esto se debe a la ley de embalses que es uno de los aprendizajes que se tuvo de las últimas inundaciones importantes que afectaron a la zona en el año 2006.

La autoridad señaló que de todos modos no hay que quedarse con eso, ya que además hay múltiples factores que afectan a los cursos fluviales, entre ellos la extracción de áridos, la construcción de nuevos embalses y también el factor climático que es variable.

Grandón manifestó que la DGA en conjunto con el Ministerio de Energía están presentando un proyecto para fortalecer la información con la que se dispone para medir el riesgo de inundación fluvial, lo que mejoraría los sistemas de alerta, esto sería a mediano plazo.

Respecto a la no existencia de simulaciones por parte de las operadoras de las centrales frente a una posible falla de alguna de ellas y qué ocurriría con los sectores aguas abajo, Grandón dijo que existe conocimiento de cómo se comportan los ríos respecto de los aportes que reciben, por lo tanto –señaló- no están ciegos ante lo que pueda ocurrir.

La autoridad fue enfática al indicar que no son las represas las que generan las crecidas, sino que la lluvia y para que las centrales no influyan negativamente es que existe esta disposición de control por parte de la DGA.