Tras un 2014 dedicado por completo a la música, Jennifer López retoma su faceta de actriz con el film The Boy Next Door, un drama que llega en el mejor momento de su carrera y que le abre una nueva puerta en la industria cinematográfica.

López interpreta a una profesora de literatura en un instituto de Los Ángeles que intenta superar la infidelidad de su esposo (John Corbett), pero que sucumbe a la seducción de su vecino (Ryan Guzman). Tras una noche de pasión, su vecino se obsesiona peligrosamente con ella.

La cinta, dirigida por Rob Cohen, autor de la primera “Rápido y furioso”, se estrena este viernes en Estados Unidos y a partir del 19 de marzo en Latinoamérica.

La conexión que tuvo con su personaje fue instantánea, a pesar de que López es una fiel entusiasta de las comedias románticas. “Encaja perfectamente conmigo ahora mismo. Pude entender por lo que estaba pasando, lo que significa que tu vida se derrumbe, que nada tenga sentido y que no pertenezcas a ningún lugar”, explicó la actriz durante una reciente rueda de prensa en Los Ángeles.

Al final, la historia trata de “una mujer rota que busca la fuerza para darse cuenta de lo que es mejor para su familia”.

Los paralelismos con la vida privada de la actriz son inevitables. Hace menos de un año se divorció del cantante puertorriqueño Marc Anthony, de quien se separó en 2011 tras siete años casados y dos gemelos en común.

Más poder

La experiencia y la madurez le han enseñado a subirse a todos los trenes y a no desaprovechar ninguna oportunidad para mejorar como actriz y cantante.

Por eso el año pasado exprimió al máximo su disco “A.K.A”, que tiene colaboraciones con Pitbull, Iggy Azalea, Tyga y French Montana, y su actuación en la ceremonia inaugural del Mundial de Fútbol de Brasil. “Creo que estoy en uno de los mejores momentos de mi vida”, afirmó López.

“Cuando eres joven no te das cuenta de tus limitaciones, pero he aprendido a cuidar de mí misma porque nadie más lo va a hacer”, agregó.

The Boy Next Door es otro ejemplo de la mentalidad empresarial y de futuro que tiene la actriz. “La industria está cambiando”, señaló.

El film, del que también es productora, contó con un presupuesto de 4 millones de dólares y tuvo que rodarse en sólo 25 días.

“Nunca había hecho una película así. Pero después me di cuenta de que puedo hacer la película que quiera, sin esperar a que un gran estudio dé su luz verde o me contrate”, explicó.

“Es una nueva época que fortalece a los actores. Tenemos más poder ahora que antes”, puntualizó.

Próximamente estrenará Lila & Eve, junto con Viola Davis, y una serie de televisión. Para 2015 también prepara sus memorias, en las que relatará sus más de 25 años de carrera, y volverá a ser juez del programa estadounidense que busca nuevos talentos musicales American Idol.